Un repaso a lo que es el mundo del fútbol profesional visto desde dentro, sin obviar su parte más turbia, fue lo que hizo el abogado, representante de jugadores y directivo del Club Cisne Balonmano Javier Picallo en lo que fue la última cita del curso de Conversas na UVigo, el ciclo que organizan de forma conjunta Diario de Pontevedra y la Universidade de Vigo. El periodista deportivo Xaime Nogueira habló con Picallo de su experiencia personal como agente de futbolistas y este acabó confesándole que había estado tentado a abandonar esta faceta profesional muchas veces. "No tiene nada que ver lo que es el fútbol por dentro a lo que es el fútbol por fuera".
El abogado pontevedrés comenzó explicando que, para él, un buen representante tiene dos funciones fundamentales: primero, hacer visibible a un jugador y, después, defender sus intereses. "O lo que es lo mismo: promoción y asesoramiento".
Picallo recordó que él se metió en el mundo del fútbol profesional, 25 años atrás, de una forma un tanto ingenua y cuando la figura del agente todavía no estaba tan profesionalizada como en la actualidad. "Así que acabaron dándome hasta el carné de identidad, porque fue como el que se va con un tirachinas a la guerra", contó. "Durante mucho tiempo un amigo me presentaba diciendo: Javier Picallo, representante. No va a llegar a nada porque es muy honrado". Finalmente llegó a representar a jugadores de Primera División. Aunque tratar de mantener la honradez en ese mundo, para Picallo, pasa factura. "Si tú quieres ser honesto y riguroso, el desgaste que vas a sufrir es muy importante". Entre otras cosas, reconoció "no disfrutar de vacaciones jamás".
Me han dado hasta en el carné, porque me metí en esto de forma muy inocente, como el que se va con un tirachinas a la guerra
Para el agente, los intereses económicos que mueve el mundo del fútbol profesional han conseguido imponerse a cualquier otro tipo de valor. "En el contexto futbolístico actual, los valores son muy difíciles de mantener. Incluso para los propios jugadores. Hay mucha gente que intenta aprovecharse de chicos de 19 años que generan una actividad económica brutal a su alrededor".
ABOGACÍA. Es por eso, entre otras cosas, que el abogado nunca ha pensado en dejar su profesión para dedicarse por entero a la faceta deportiva. "Jamás dejaré la abogacía. Siempre he tenido muy claro que el pan de mis hijos no iba a depender de una comisión. Eso daría lugar a que uno pudiese acabar siendo innoble o se pudiese ensuciar".
Me han dado hasta en el carné, porque me metí en esto de forma muy inocente, como el que se va con un tirachinas a la guerra
Para Picallo son difíciles de entender situaciones como las protagonizadas por jugadores de Primera División, de la talla de Cristiano Ronaldo, "ya condenados por fraude fiscal y que siguen con sus mismos representantes". Bajo su punto de vista, muchos de estos deportistas "no saben la mayor parte de las veces ni lo que firman: depositan su confianza totalmente en ti".
Sin embargo, él ha intentado manter sus principios por encima de todo, según afirmó. "Me han llegado a estafar directamente. Pero nunca se me ha pasado por la cabeza priorizar lo de 'qué pasa con lo mío'. Jamás voy a poner mis intereses por delante de los del jugador".
Sobre los privilegios que mantiene el mundo del fútbol, para Picallo será muy difícil que cambien "mientras no cambie la sociedad que los sustenta". Y puso un ejemplo: "Hace unos días HBO presentaba una serie documental sobre Jesús Gil, probablemente protagonista de una de las historias más corruptas de este país. Y la han titulado El pionero".
