75-95. El Peixe resiste dos asaltos

El Marín Peixegalego resistió durante dos asaltos el empuje del Club Baloncesto Ourense antes de caer a la lona en la semifinal de la Copa Galicia.

El conjunto marinense perdió debido a una segunda parte en la que le faltó el fuelle y la claridad de ideas necesarios para plantar cara a uno de los claros favoritos a disputar el play-off de LEB Oro.

El bloque ourensano, en continua reconstrucción temporada tras temporada, mostró las credenciales de un gigante ante al que la escuadra de Llorente solo pudo combatir mientras no se vació su despensa de glucosa.

El equipo marinense realizó una primera parte notable, especialmente el primer cuarto. Con acierto en los lanzamientos, un ritmo endiablado y capacidad para producir desde diferentes puntos de la cancha y a través de distintos jugadores, el Peixegalego resistió el concierto de piano que ejecutó bajo los aros Balaban. El espigado pívot serbio del COB exhibió tanto talento como centímetros para deshumanizar a Doorson, que a los tres minutos de comenzar el duelo se sentaba con tres faltas personales.

Mazaira y Jacobo Díaz destacaron en los de Llorente

Sin embargo, Mazaira enchufaba desde la línea exterior, Noguerol corría a toda velocidad secundado por Badmus y Jacobo Díaz producía desde lejos y desde cerca.

En consecuencia, el primer cuarto se cerró con un esperanzador 29-25. Sin embargo, el cuadro visitante aguantó el intermcambio de golpes al que lo intentó llevar el Peixe mediante un ritmo frenético. El acierto impenitente en los tiros liberados de Wood y la evidente superioridad visitante en la pintura volteó el resultado en el segundo acto.

En el Peixe las faltas personales se convertían en una pésima noticia. Quinn, sin apenas entrenamientos con el colectivo, se convertía en la siguiente víctima de las torres del COB. Balaban encontraba rotación en Víctor Serrano, que sabe más por viejo que por diablo. Pocos kilos, pero mucha materia gris para seguir complicando la existencia de los de Marín, que llegaban al descanso con una desventaja de tres puntos en el marcador gracias a un triple postrero de Sanders. El norteamericano dejó impresión de jugador valiente y decidido en las penetraciones y con habilidades para fabricarse lanzamientos exteriores.

Un mal comienzo del tercer cuarto tiró por tierra las opciones del bloque marinense ante uno de los favoritos a jugar el play-of

No le fue tan bien la sesión a su compañero Joel Hernández, que padeció un mal día, en el que estuvo peleado con el balón, con los colegiados y consigo mismo. Acabó con unas prestaciones por debajo de lo que se aguarda de él. Aún es pretemporada.

El comienzo del tercer período, con un Peixe en el que las ideas eran cada vez más escasas, condujo a la ruptura del choque. Con ataques espesos, malos tiros y decisiones cuestionables, seguramente explicables por el elevado gasto físico realizado hasta ese momento, el conjunto de Marín se fue diluyendo en manos de un adversario con un gran potencial, otra obra de ingeniería de García de Vitoria.

Alfredo Ott dio la puntilla al Peixe con sus lanzamientos exteriores. Y a pesar de los buenos momentos de Jacobo Díaz y, sobre todo, Mazaira desde la línea de 6.75, los locales acabaron claudicando y perdiendo por una ventaja excesiva para lo que sucedió.

El dominio en el juego interior del COB fue el elemento diferencial que condujo a los ourensanos a la victoria

La afición ya sabe a qué jugará su equipo: velocidad a campo abierto, intensidad en ambos lados de la cancha y ataques cortos para desarticular el orden defensivo enemigo. También conoce que el equipo tiene más habilidades para jugar de cara al aro que para hacerlo de espaldas. Solo falta por comprobar su capacidad real de acierto para calibrar sus opciones de permanencia.