El Pontevedra se queda a las puertas del ascenso

Hugo Díaz controla ante Miguel.
photo_camera Hugo Díaz controla ante Miguel.

No pudo ser. El Pontevedra se quedó a tres goles del ascenso después de realizar un excelente play-off. La desventaja del partido de ida contra el Puertollano (0-2) en Pasarón pesó demasiado ante un rival ordenado en defensa, pero que nunca corrió riesgos. Hizo poco el Puertollano, pero fue suficiente.

El equipo pontevedrés acabó exhausto, sin fuerzas para seguir percutiendo y muy penalizado por no lograr un gol rápido en un encuentro que dominó de principio a fin.

Lo intentó el Pontevedra en el primer tiempo en dos oleadas, una al inicio y otra al final. Presionó, tuvo el balón e incluso agobió por momentos al Puertollano, pero falló la puntería.

La puesta en escena del conjunto granate fue excelente. Decididos por el resultado desfavorable de la ida, los pupilos de Manu Fernández tomaron el mando desde el pitido inicial y con las acometidas de Tubo y la manija de un excelente Kevin Presa, pusieron cerco a la portería rival.

En los primeros diez minutos ya había sacado un córner David Feito y desaprovechado una ocasión Tubo y otra Fran Fandiño, ninguna de las dos especialmente claras.

Ese fue el problema. El Puertollano sabía que debía aguantar el arranque y que todo iría después mucho mejor. Perdió tiempo, frenó el ritmo y acabó saliéndose con la suya.

Eso sí, pasando algún apuro. Una combinación de Carnero con Tubo, que acabó en un taconazo del extremo, casi la aprovecha Kevin Presa para probar la fiabilidad de Reguero. El disparo se enredó entre las piernas de los defensas.

La ocasión más clara llegó acto seguido. Peleó Crespo, recibió Fran Fandiño en la frontal y sacó un buen disparo que se escapó por un palmo. Se enfadó Tubo, que estaba solo entrando en velocidad desde la banda, con espacio para encarar y finalizar en una situación ventajosa. Su compañero, encimado por varios rivales, no lo pudo ver.

Se acabó el empuje inicial y el Puertollano creció. En el tramo final el Pontevedra solo se repuso durante unos minutos en los que logró un disparo de Fandiño alto y un par de aproximaciones.

Pero fue el equipo que dirige Pablo Franco quien tuvo la mejor ocasión del periodo. Fue en uno de esos lances que tanto penalizaron al Pontevedra en el partido de Pasarón. Rompió la línea defensiva Rubén Gómez, llegó hasta el fondo y puso el balón a Hugo Díaz que llegaba solo por el área. Solo tenía que tocarla para enviarla a la red, pero no llegó.

La tónica del conjunto granate no cambió tras el descanso. Dominaba pero, sin el impulso de un primer gol, el Puertollano estaba cómodo, tranquilo. Manu Fernández quitó nada menos que a Fran Fandiño para meter a Tomás, y luego a Kevin Levis y al recuperado para la causa Javi Otero.

Fue, sin embargo, una jugada trenzada entre Kevin Presa y David Pérez la que reactivó el equipo. A partir de esa aproximación, llegó un disparo de Carnero que Reguero atrapó con dificultades. El portero debió intervenir de nuevo en un remate de cabeza de Tomás y otra vez estuvo acertado.

El juego era ya, para entonces, atropellado. Pasó a mejor vida la elaboración, Javi Otero tiró de calidad individual, y el Puertollano optó por quedarse donde más cómodo estaba. Cerca de su área.

Le costó mucho al Pontevedra encontrar las bandas en la primera parte y fue por los costados, ante un rival muy cerrado, por donde encontró más luz en la segunda parte. Así llegó otra palomita de Reguero. Fue en una acción de Tubo, que sacó un centro cerrado. Se estiró el portero para sacar el balón con el guante derecho ante la mirada de Kevin Levis.

Murió el Pontevedra con las botas puestas, pero agotado. Su última ocasión fue un centro de Otero y un remate alto de Pablo Carnero, muy activo todo el partido, pero sin casi ocasiones para probar el remate.

No hubo fuerzas para más ni tampoco quedaba tiempo. El Pontevedra se quedó a las puertas del ascenso por el traspiés de Pasarón, pero también por el traspiés de la última jornada de liga ante el Dorneda de Oleiros.

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