Los incendios que en octubre de 2017 redujeron a cenizas miles de hectáreas en la provincia de Pontevedra probablemente nunca se olviden en municipios como Fornelos de Montes, Soutomaior o Cerdedo-Cotobade. En esta última villa, concretamente en el monte O Pé da Múa, en la parroquia de Borela, perdió la vida en acto de servicio el agente forestal Francisco Javier Viéitez. Un monolito, colocado en 2018, honra su memoria, que este lunes volverá al primer plano con un nuevo homenaje.
Será a partir de las 12.00 horas cuando decenas de personas, incluidos familiares, amigos, integrantes de cuadrillas y compañeros de profesión, se den cita para continuar dando vida al bosque mixto que se comenzó a plantar el año pasado, en homenaje la malogrado agente forestal. En esta ocasión, los impulsores de la iniciativa contarán con la inestimable colaboración de un nutrido grupo de alumnos de la Escuela de Capataces de Lourizán para realizar una nueva plantación de diferentes especies, que servirá para continuar poniendo en valor la parcela en la que se encuentra el monolito y cuya extensión ronda los 3.000 metros cuadrados aproximadamente.
El hermano de Francisco Javier Viéitez, Manuel, es uno de los responsables de esta iniciativa. "O ano pasado xa se prantaron varios exemplares de roble americano e de cereixos", recuerda. En esta ocasión, una de las especies elegidas es la secuoya. En total, está previsto que se instalen en este terreno, devastado por el fuego en 2017, medio centenar de árboles aproximadamente. A la conclusión del acto, los participantes difrutarán de un pincho en un local de Ponte Caldelas.
El monolito en memoria de Francisco Javier sigue siendo a día de hoy un símbolo de la lucha contra el fuego.
