Cerca de 6.000 efectivos militares, además de 750 vehículos y doce helicópteros participan desde el martes en el ejercicio Toro 19, el mayor despliegue militar de las Fuerzas Armadas del año. Entre los participantes destacan miembros de la Brilat, que pone a disposición de la División Castillejos, la unidad que coordina las maniobras, las bases Cabo Noval, en Asturias, y General Morillo, en Pontevedra.
En el caso del acuartelamiento de Figueirido, la misión de los militares pontevedreses será la de completar las tareas que les vayan siendo asignadas desde el puesto de mando a través de los simuladores de los que disponen las instalaciones de la brigada, que cada vez son más necesarios en el día a día de los soldados. Idéntica participación tendrán los miembros de la base de Bétera (Valencia) y Botoa (Badajoz), que operarán de forma perfectamente coordinada con las unidades desplegadas sobre los tres escenarios previstos para ello: el campo de maniobras de Chinchilla (Albacete), el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) de San Gregorio (Zaragoza) y una zona del desierto de Los Monegros.
En la fase práctica del ejercicio también participa una agrupación mecanizada procedente de Italia, con 400 militares y 100 vehículos.
Junto a ellos, unidades de Caballería y de Artillería del Ejército de Tierra aportarán gran parte de los vehículos, así como armamento pesado que será empleado durante los ejercicios.