"La causa principal de los incendios fue el paso del huracán Ophelia"

Con la indiscutible presencia de la mano del hombre, aunque descartando por completo la presencia de una trama organizada, el jefe del Seprona en Pontevedra explica que el factor meteorológico, la sequía y el eucalipto fueron detonantes de unos fuegos "con velocidades de propagación nunca vistas"

El teniente jefe de sección del Seprona de Pontevedra, durante la entrevista. DAVID FREIRE
photo_camera El teniente jefe de sección del Seprona de Pontevedra, durante la entrevista. DAVID FREIRE

La presencia del eucalipto como especie predominante en el monte gallego, el paso del huracán Ophelia y la prolongada sequía fueron los factores que provocaron la espectacular oleada incendiaria del 15 de octubre. Así lo confirma Álvaro Lago, jefe de sección del Seprona en Pontevedra, uno de los investigadores con más experiencia en la materia.

No se esperaban lo que ocurrió.

El fin de semana del 15 de octubre provocó un salto cuantitativo y cualitativo en la estadística de incendios en la provincia, porque hasta esa fecha los datos eran buenos. En Pontevedra, entre el 1 de julio y el 31 de septiembre, la época del riesgo más elevado, llevá- bamos 250 hectáreas quemadas. Hasta ese momento teníamos la mejor estadística de Galicia con mucha diferencia.

¿Cuándo se iniciaron los fuegos?

Empezaron esa noche (el sábado). A las 0.00 horas empezó el de Padróns, en Ponteareas, que llegó a Cotobade y que supuso la quema de 10.000 hectáreas. El de Morgadáns, en Gondomar, también se inició de madrugada, sobre las tres. Después, ya por la mañana, hubo una serie de incendios que saltaron de Portugal a España, unidos al efecto contagio que suele darse en estas ocasiones.

¿Qué fue lo que sucedió?

La circunstancia más novedosa fue la velocidad de propagación. Se dieron velocidades nunca vistas aquí, a causa de dos factores. El primero, asociado a la sequía. La biomasa estaba muy seca y la continuidad de combustible aquí es muy grande por el estado de los montes. En segundo lugar, las velocidades del viento del Sur provocadas por el huracán Ophelia, de más de 30 kilómetros por hora de manera sostenida, y las temperaturas de entre 30 y 32 grados. Otro factor determinante son las especies que predominan en nuestro espacio forestal últimamente (eucalipto). Todo ello provocó un efecto de propagación tremendo.

¿Cómo pudo llegar el fuego al centro de Vigo?

Eso fue debido a los focos secundarios que ayudaban a la propagación, con las hojas de eucalipto, que, con el viento, se extendieron hacia distancias muy grandes. Al caer sobre la biomasa tan seca, generaron todos esos incendios secundarios. Todo ello provocó situaciones de psicosis, en muchos puntos de la provincia, pero de forma muy marcada en el centro de Vigo.

En un principio se habló de tramas organizadas...

En el ánimo del incendiario no está ese resultado final. Los fuegos tienen una motivación muy cercana al punto en el que se inician. Los que quieren quemar pretenden alcanzar dos o tres hectáreas. El resultado final del incendio dependió de las condiciones que se dieron ese día, tanto de la sequedad de la biomasa, que hizo de combustible, como del viento.

La mano del hombre, sin embargo, suele estar detrás.

En todos los incendios aparece la mano del hombre, pero en ninguno de ellos hemos detectado la actuación de una trama organizada que pueda servir de explicación al hecho de tantos focos. Más bien tiene que ver con el efecto contagio o efecto espejo, de modo que empieza a arder una ladera y al poco tiempo se inicia el fuego en la de enfrente.

La oleada, pues, se produjo por las circunstancias de aquel día...

Confluyeron varios factores, pero el hecho principal fue el paso de un huracán tropical muy cerca de las costas de Galicia. A ello se unió la extrema sequedad, y todo ello generó velocidades de propagación nunca vistas. Si a eso añadimos que tenemos una continuidad tremenda en la masa forestal y una población diseminada, se dieron circunstancias que facilitaron lo que finalmente sucedió.

"La situación era difícil, con circunstancias muy peligrosas; no murió más gente de milagro"

Me imagino que recordará de manera especial aquel fin de semana. ¿Cuál fue su intervención en ese momento?

Nosotros en un principio salíamos para efectuar las primeras indagaciones, que es nuestra competencia, pero ese día el asunto se puso tan complicado que nos tuvimos que centrar en el auxilio de las personas, el control de carreteras para evitar riesgos y la salvaguarda de la ciudadanía. También auxiliamos a los medios de extinción. La situación era imposible de abarcar. Había incendios por todas partes. Yo salí a las tres de la tarde y no volví hasta las siete de la mañana, y a las nueve ya estaba otra vez. Estuvimos en Pazos de Borbén, As Neves o Salvaterra.

Habría un gran riesgo.

Ahí la situación fue muy difícil, lo mismo que en la zona de Nigrán. Se dieron circunstancias realmente peligrosas. De hecho, no falleció más gente de milagro. As Neves quedó prácticamente calcinado. Nunca se había dado en esta zona un incendio con vientos del Sur, de Portugal a España.