L o que más me está preocupando de esta situación con respecto a las restricciones de cara a las celebraciones son las Navidades. Como ya sabrán es una época del año que me encanta y parece ser que van a ser de lo más atípicas: sin grandes reuniones, sin conciertos navideños, sin eventos...
Mi preocupación principal se centra sobre todo en qué pasará con los Reyes Magos y su cabalgata. Aunque les puedo adelantar que algunos concellos, como el de Silleda, han decido curarse en salud –nunca mejor dicho para esta situación– y optarán por las nuevas tecnologías para que los más pequeños puedan interactuar con Sus Majestades a través de un espacio web. La verdad es que aplaudo a Mónica González, concelleira de Cultura, por esta iniciativa tan acertada.
Por cierto, parece que hasta Silleda ha llegado el efecto Abel Caballero y el equipo de Manuel Cuiña ya empezó este lunes a colocar el alumbrado navideño, a pesar de que no lo encenderán hasta el mes de diciembre.
Si bien las nuevas tecnologías son un puntazo para muchísimas cosas, a veces, como todo en esta vida, falla. Quienes vivieron en sus carnes los problemas típicos de la era digital fueron los concelleiros y concelleiras de Pontevedra. Este lunes, la compañía R volvió a fallar, lo que supuso que el Pleno municipal tuviese que retrasarse, ya que no se podía seguir por streaming.
La sesión plenaria estaba prevista para las 11.00 y se atrasó hasta las 12.00 horas, por lo que algunos concelleiros que lo iban a seguir online tuvieron que desplazarse hasta el Teatro Principal. Entre ellos, Anabel Gulías, a la que le habilitaron un sitio algo apartado de sus compañeros para poder participar sin acercarse demasiado –les recuerdo que acaba de ser mamá recientemente–.
Mis contactos también me han contado que la nueva sala de prensa del Concello, situada también en el Teatro, añadió un nuevo elemento decorativo. Si antes tenía el nombre de todas las parroquias detrás del atril desde el que hablan los comparecientes, ahora cuenta con una imagen que recuerda al puente de O Burgo. ¿Saben lo qué falta ahora? Que instalen una grúa para subir esas famosas escaleras infernales, ya que casi todo el mundo llega arriba sin aliento. Este mismo lunes, la propia Gulías pedía agua al llegar a la sala.
No quiero despedirme sin antes mandar todas mis fuerzas y mi apoyo a todas las personas que luchan cada día contra el cáncer. El lunes se celebró el Día Internacional del Cáncer de Mama y todo el mundo tuvo gestos y palabras. Entre ellos, los concelleiros del PP, que acudieron al pleno con mascarillas rosas.
