Bueu se ha convertido en uno de los puntos de referencia de los festivales musicales que se realizan en la península. El SonRías Baixas se ha ganado a pulso la admiración del sector y prueba de ello es el reconocimiento que acaban de hacerle al evento por medio de su codirector, Jordi Lauren. Se trata del premio a la Excelencia que se concede en los Iberian Festival Awards y en el que consideran al bueuense como el personaje más relevante de la industria de los festivales en España y Portugal, por su papel, visión y energía como impulsor de la música en directo de una manera dinámica, creativa y positiva.
Ha recibido un premio de esos que reconocen el duro esfuerzo que supone sacar adelante un festival musical y además hacerlo con un resultado de alta calidad.
Estamos abrumados porque es a nivel internacional. Y además no está vinculado a algo concreto del festival, sino a la constancia y el buen hacer. A diferencia de los otros apartados en los que estábamos entre los finalistas, este premio nos sorprendió porque no lo supimos hasta el último día, pues lo otorga un jurado.
¿El galardón es una inyección de ánimo ahora que atravesamos momentos tan complicados?
Todo ayuda. Vivimos el día a día como toda la sociedad, pero trabajamos a tope para poder volver a disfrutar y socializar en el 2021. Hay que seguir adelante.
Estaban nominados a otros dos premios: Mejor festival de mediano formato y mejor comunicación y estrategia de marketing. ¿Qué tiene que decir del equipo del festival y de la productora Play Plan?
En los últimos años estuvimos nominados a varios premios. Son cinco finalistas por cada país, lo que significa estar entre los cinco mejores de España. Respecto a Play Plan, nos llena de orgullo que una empresa de Bueu sea capaz de llamar la atención de la industria peninsular. No hace falta ser enorme, lo importante es contar con un gran equipo humano.
Hace falta una mesa de profesionales que trabajen para volver a la normalidad prepandemia lo antes posible
Toda la sociedad está padeciendo esta crisis sanitaria y económica. La cultura y la música, especialmente, son de los sectores más afectados. ¿Cómo ha influido en los festivales musicales?
La pandemia nos dio en la línea de flotación. Organizar esto es muy difícil. Se trabaja 12 meses para recoger los frutos en dos o tres días. Pasamos momentos complicados porque afecta a muchos puestos de trabajo y no sabemos cuando podremos volver a trabajar con normalidad. Incluso por la propia salud mental de la sociedad. Quiero destacar la labor de las asociaciones gallegas y portuguesas a las que pertenecemos y pedir que se les escuche para reconstruir todo. Que puedan trabajar codo con codo con las administraciones.
¿Fue un acierto llevar a cabo el festival, aunque fuera en formato más reducido?
En realidad el festival se suspendió. Hicimos un micro con dos conciertos para 800 personas cada uno. Mezclamos la música con el senderismo y la gastronomía. Fue una manera de intentar mantener la promoción del territorio. Estos festivales son dinamizadores del turismo.
Pasaron de 8.000 espectadores a 800, pero aún así son cifras que pueden asustar en la actual situación. ¿Hacer cultura es seguro?
En la cultura no hubo ningún contagio en toda Galicia. Se demostró la profesionalidad de los promotores culturales. Todo está muy estudiado y los protocolos son incluso más exigentes de lo que marca la ley. Nos regimos por las normas que indican las autoridades y luego los técnicos desarrollan las medidas pertinentes para cada situación y evento. Hay una gran protección y hasta en la salas parece improbable que se produzcan contagios. Hasta ahora está siendo impecable la seguridad.
Desde todos los sectores se está pidiendo el apoyo de las administraciones para tratar, al menos, de sobrevivir mientras dure esta situación. ¿Cuáles son las demandas de la industria musical fuera de los aspectos económicos?
Que nos sentemos a trabajar para volver a la normalidad prepandemia lo antes posible. Una mesa de profesionales de todas las ramas, en las que participe sanidad, seguridad pública, seguridad del trabajador...
Según un estudio, el impacto que produce el festival en el territorio es de más de un millón de euros de retorno
El festival cuentan con la ayuda del Concello de Bueu y de organismos dependientes de la Deputación de Pontevedra y la Xunta de Galicia. ¿Satisfechos?
Nos ayuda a que sea mejor, pero no dependemos absolutamente de ellos. Entienden que tenemos un impacto social y económico potente. Con cada euro que nos dan producimos un efecto multiplicador. Según un estudio de la Universidad de Santiago el impacto en el territorio es de más de un millón de euros de retorno
¿Están ya a vueltas con la edición de 2021?
Por nuestra forma de trabajar necesitamos hacerlo con tiempo. Luego veremos si se puede hacer con normalidad o tendremos que irnos adaptando a las circunstancias del momento. Hay que adelantarse al futuro.
