Prisión para uno de los hermanos de Sinaí Giménez fugado desde hace 17 meses

Juan Paulo Giménez es el principal sospechoso de un tiroteo en una pedida de mano en O Porriño en el que resultaron heridos dos jóvenes
Juan Paulo Giménez, junto a varios agentes de la Guardia Civil durante un registro. SALVADOR SAS (EFE)
photo_camera Juan Paulo Giménez, junto a varios agentes de la Guardia Civil durante un registro en una foto de archivo. SALVADOR SAS (EFE)

Un juzgado de O Porriño ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Juan Paulo Giménez, miembro del clan de los Morones que permanecía en paradero desconocido desde hacía 17 meses, después de que se registrara un tiroteo durante una pedida de mano en O Porriño en el que resultaron heridos dos jóvenes. Fuentes de la Guardia Civil informaron de que el arresto se produjo a las 23.40 horas de este miércoles en un control preventivo desplegado en Tui, que interceptó un coche que conducía el detenido. 

A Juan Paulo Giménez le constaban sendas requisitorias de búsqueda, detención y personación dictadas por el Juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra y por el Juzgado de Instrucción 1 de O Porriño. Ha sido puesto a disposición de los juzgados de Tui, que previsiblemente se inhibirán en favor de los de O Porriño. 

El tiroteo con el que se relaciona tuvo lugar el 19 de mayo de 2019, y los investigadores lo circunscriben a la rivalidad entre los clanes gitanos de los Morones y los Zamoranos. La reyerta se produjo de madrugada en el centro multiusos de Torneiros, en el municipio pontevedrés de O Porriño, donde un hombre hizo entre seis y ocho disparos al aire con una pistola y dos de los proyectiles alcanzaron de rebote a un chico de 18 años, en el hombro, y a una menor de edad, en la cara. 

El conflicto entre los clanes de los Morones y los Zamoranos ha tenido varios episodios violentos, como peleas en mercadillos y un tiroteo en la autovía de circunvalación de Vigo. Por miedo a represalias, unos cuatrocientos integrantes del clan de los Zamoranos emigró temporalmente a Castilla. 

Después de aquel episodio, representantes de ambos clanes alcanzaron un pacto, con la mediación de la Fiscalía Superior de Galicia, para poner fin a las desavenencias, que atribuyeron entonces a "malos entendidos".  Sin embargo, la tregua duró poco, ya que continuaron las hostilidades, además del citado tiroteo tras la celebración del mercadillo de Coia, en Vigo. 

En abril de 2016 fueron detenidas más de una decena de personas del clan de los Morones, la mayoría miembros de la familia del patriarca Olegario Giménez, por extorsionar a ambulantes de los Zamoranos en la llamada operación Vida. Además, se les imputan otros delitos, como organización criminal, contra la Seguridad Social, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales. 

Tras pasar varios meses en la cárcel, los miembros del clan de los Morones fueron puestos paulatinamente en libertad tras pagar sus respectivas fianzas, en algunos casos de 100.000 euros.

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