Fomento 'regala' a Audasa 26 millones de euros de los gallegos en los peajes

Las nuevas subidas autorizadas a la gestora de la AP-9 le reportarán a la empresa cerca de 900.000 euros 'extras' al año, de los que 320.000 se cobrarán entre Pontevedra y Vigo

Imagen de las obras en el puente de Rande. RAFA FARIÑA
photo_camera Imagen de las obras en el puente de Rande. RAFA FARIÑA

En plena guerra de accionistas por el control del grupo Itínere, propietario de la autopista gallega, las dos subidas que Fomento está a punto de autorizar en los peajes de la AP-9 supondrán un regalo extra de 26 millones de euros para Audasa, la firma que gestiona la vía. El dinero saldrá del bolsillo de todos los usuarios, fundamentalmente gallegos, a razón de 880.000 euros más al año hasta que expire la actual concesión, en 2048. De ellos, 320.000 se cobrarán directamente cada ejercicio a los conductores que usen el tramo entre Pontevedra y Vigo.

En total, los gallegos podrían acabar 2018 con una subida en la autopista del 3,91%. El pasado 1 de enero se aplicó el 1,9% correspondiente a la aplicación del IPC del año anterior. Ahora, el Ministerio de Fomento prevé autorizar un 1% adicional para contribuir a la amortización de las obras de la AP-9 en Rande y Santiago; junto con otro 1% como compensación a la concesionaria por la gratuidad en el viaje de vuelta de los usuarios entre Pontevedra y Vigo. Por este último concepto, el Estado ya abona del orden de 7 millones de euros anuales a Audasa, es decir, 210 millones desde el presente ejercicio hasta el final de la concesión.

Todo ello ocurre en la autopista que compite en España y Europa por el peaje más caro y mientras siguen sin aclararse los plazos de obra en Rande, unos trabajos que superan ya los tres años de molestias sin que la concesionaria haya compensado a sus clientes por los retrasos, las colas y los colapsos. La Fiscalía ha emprendido actuaciones contra Audasa, a la que exige una indemnización a todos los usuarios por haber inaugurado en falso el nuevo puente de Rande el pasado diciembre, sin que la obra estuviera acabada y sin avisar de la inutilización de distintos carriles durante meses.

SIN SALIDAS DE EMERGENCIA. En la actualidad, el ampliado puente de Rande está abierto al tráfico, pero convertido en una ratonera. La totalidad de las salidas de emergencia de los dos nuevos carriles laterales llevan meses ocupadas por la maquinaria y los generadores necesarios para concluir unas obras a las que las previsiones más optimistas les otorgan un mínimo de dos meses más.

El Estado no se ha planteado rescatar la autopista gallega, ni quiere ceder su control a la Xunta. Se trata de la autopista más rentable del grupo Itínere, gestor de 5 vías de peaje españolas que suman cerca de 600 kilómetros en total, pero que obtiene de la AP-9 algo más de la mitad de sus ganancias (44 millones de los 87,1 anotados en 2017). No obstante, pese al maná gallego en su cuenta de explotación, Itínere obtuvo el año pasado un resultado negativo en su cifra consolidada, con una pérdida 25,1 millones provocada por la amortización de la fuerte deuda a la que se enfrenta.

Los expertos cifran el valor real de Audasa por debajo de los 7540 millones

Pese a que el Gobierno de Mariano Rajoy llegó a valorar en marzo el coste de un rescate a Audasa en el entorno de los 8.870 millones de euros, expertos economistas gallegos consideran que el valor real de la columna vertebral viaria gallega no superaría en ningún caso los 700 millones.

Los números que barajó el Gobierno en el Congreso de los Diputados (esos 8.870 millones) duplican la cifra de negocio actual de Audasa, multiplicada por los 30 años que le quedan de concesión.

Sin embargo, la guerra accionarial desatada estos días en Itínere, propietario de Audasa, desvela los precios reales que manejan los dueños de la AP-9. La oferta realizada por el 56% del grupo es de 722 millones de euros, lo que sitúa el valor total de Itínere en el entorno de los 1.300 millones.

Audasa, dentro de este grupo, aporta algo más de la mitad de su facturación y por encima del 40% de los kilómetros explotados por la firma en toda España. Este cálculo significa valorar a la concesionaria de la AP-9 gallega por encima de los 650 millones y por debajo de los 750. Algunas voces, como la de Marea o BNG, llegaron a sugerir la posibilidad de una nacionalización de la carretera gallega para evitar el pago de un rescate con 30 años de concesión por delante. El Gobierno ya rescató este año las autopistas radiales en Madrid con un coste que rondó los 3.500 millones de euros, pero con una concesionaria en quiebra.

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