El plazo para llegar a un acuerdo de venta de la planta de Aluminio de San Cibrao expiró a medianoche sin que Alcoa y Liberty House llegasen a un acuerdo, lo que condena, a la espera de un milagro, a quedarse sin trabajo a casi un millar de empleados, entre los de la factoría y las auxiliares, y lastra el futuro de A Mariña.
Queda un último cartucho, la reunión telemática que se celebrará este lunes entre Alcoa, la Xunta, el Ministerio de Industria, el comité y sindicatos, aunque teóricamente solo es para informar del fracaso de la venta. Después, en Nigrán, Alcoa intentará negociar el Ere con una plantilla que ya anunció que no lo aceptará. Los trabajadores piden que la fábrica sea intervenida.
EN VILO. Toda una comarca permanecía en vilo esperando conocer el resultado de las conversaciones con la esperanza de que se obrase un milagro y las compañías llegasen a algún entendimiento, pero el plazo expiró sin acuerdo, sembrando la incertidumbre sobre el futuro económico de A Mariña y de forma más directa sobre el millar de operarios que pueden verse en la calle.
Este domingo, como última medida de presión, personas de toda la comarca, buena parte trabajadores con el mono de trabajo arropados por sus familias, incluidos un importante número de niños, participaron en la marcha a pie entre el apeadero de Feve y la Praza de Xove, junto al consistorio donde pasaron la noche anterior una representación de los trabajadores (al igual que en Viveiro).
