Opinión

La noria, el cine y cuatro odiosos

Este viernes he ido a Vigo. Quería darme una vuelta en la noria de Abel Caballero para comprobar si puedo ver Pontevedra desde ella, pero finalmente decidí destinar los cinco euros que cuesta a otros fines más provechosos. Eso, y que hacía frío. Que una ya va mayor. Finalmente me fui a los cinces Gran Vía y con otros cinco euros me compré unas palomitas y algo más, y vi la película que protagoniza mi queridísimo Pedro Alonso, El silencio del pantano. Se nota que, de los años que pasó durante la infancia en Pontevedra, se le ha pegado mucho del talento que nos caracteriza, porque la película no me ha podido gustar más, y su interpretación ha sido de diez. Les recomiendo que la vean y además Pedro se lo merece, que siempre nos tiene en muy buena consideración a todos los pontevedreses y pontevedresas. 

Y no se vayan a creer que esto va de vigueses. También hay ferrolanos que se merecen todo mi cariño como el escritor Xesús Constenla, que anteayer estuvo de cumpleaños.  Además del buen cine, otra de mis grandes pasiones es la literatura, por lo que les recomiendo encarecidamente que lean su novela Shakespeare destilado. Si ha sido merecedora del premio García Barros hace unos años, por algo será. 

Y no es que yo tenga mucho tiempo para dedicarme a ir al cine o a leer. Una tiene sus obligaciones. Pero de vez en cuando soy capaz de sacar un momento para mí, y últimamente estoy enganchada al trabajo de la productora Los Odiosos Cuatro, formada por David Algarra, de O Grove, creador y director; Diego Dojer, de Sanxenxo, realizador; y Abel Bonilla y Nacho Limetre, los dos de Pontevedra, que son director de producción y cámara, respectivamente. Estos jóvenes han hecho que me ría a carcajada limpia con su último trabajo, ‘The Risas Baixas Show’, un ‘late night’ que emiten a través de YouTube, un formato que, además, va perfecto con mi horario, porque puedo ver el programa cuando quiera. 

Nunca he sido una experta ni una gran admiradora de las nuevas tecnologías, pero Los Odiosos Cuatro han conseguido que mi ordenador eche humo. En el primer programa me he reído como nunca con las ocurrencias de Pepo Suevos, que ha ido de invitado. Pero lo del último programa ya han sido palabras mayores. Y es que la estrella del día fue Tonhito de Poi, que protagonizó nada más y nada menos que el especial de Navidad del programa. No les contaré mucho porque no quiero hacerles ‘spoiler’ pero, si me permiten la última recomendación del día, les diré que no deben quedarse sin conocer el trabajo de estos jóvenes, libre, independiente, y sin frenos de ningún tipo. 

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