Muere un sanxenxino al tirarse al mar para rescatar a una mujer en Fuerteventura

Arturo Fontán Bouzas, cuya familia regenta varios locales de hostelería en Sanxenxo, llevaba casi dos décadas residiendo en Fuerteventura, donde dirigía una empresa de construcción

Arturo Fontán Bouzas CEDIDA
photo_camera Arturo Fontán Bouzas. CEDIDA

Los vecinos de Sanxenxo lloran la pérdida de Arturo Fontán Bouzas, un empresario nacido en esta localidad que había emigrado hace años a Canarias y que falleció el pasado lunes mientras intentaba sacar a una mujer de una zona de fuertes corrientes en la que estaba atrapada, en la Playa de Tebeto, en el municipio de La Oliva, Fuerteventura.

"Se cree que pudo tener una parada cardíaca, aunque él era muy buen nadador y no era la primera vez que hacía eso: ya había sacado a su mujer de una zona de corrientes en una ocasión"

Fontán Bouzas, de 39 años de edad, era hijo de Arturo Fontán Aguín, quién regentó el Hotel Montalvo durante décadas. En este establecimiento, precisamente, se forjó trabajando en la hostelería de joven, según relatan sus familiares, tremendamente afectados por la trágica noticia.

Arturo se casó joven, con apenas 21 años, y emigró a las Islas Canarias con la esperanza de forjarse un futuro, y, aunque no lo logró trabajando en la hostelería, sí "echó raíces" en Fuerteventura, donde residía en el municipio de Puerto del Rosario con su mujer y su hijo, y regentaba, junto con otro socio, una empresa del ámbito de la construcción.

Tal y como relata una de sus sobrinas, «Arturo era muy aficionado a la pesca y siempre que podía cogía el barquito o la canoa y se iba a pescar. Creemos que precisamente se había ido con el barco cuando todo sucedió».

Según recoge el diario Las Provincias, el suceso que acabó con la vida del empresario sanxenxino se produjo al filo de las cinco de la tarde del lunes. Tal y como afirma este periódico, el pescador estaría en unas piedras cuando observó que a una bañista se la llevaba la corriente y no conseguía acercarse a la orilla.

El hombre se lanzó de inmediato al agua, pero las turbulencias resultaron más complicadas de lo esperado. Algunas fuentes citadas por el diario señalan que, por unos minutos, desde la costa no se pudo ver ni a la bañista ni al vecino de Sanxenxo. Finalmente, ella consiguió regresar a la zona segura, pero no él, que fue rescatado por los servicios de emergencias, quienes lo derivaron en helicóptero a un centro hospitalario, aunque no se pudo hacer nada salvo certificar el fallecimiento.

La familia sanxenxina de Aturo Fontán es muy conocida porque, además del citado local de hostelería, regentó otros, como el furancho Casa Castor en Ribadumia, el restaurante Casa Barrosa en Portonovo o el más reciente Brasería En Punto. Los familiares se mantienen a la espera de que se conozcan los detalles sobre el traslado del cuerpo a Galicia para organizar el velatorio y la ceremonia de despedida de Arturo, dado que la fecha depende del tiempo que se tarde en completar las tareas relativas a la autopsia.

Según señala la familia, «se cree que pudo tener una parada cardíaca, aunque él era muy buen nadador y no era la primera vez que hacía eso: ya había sacado a su mujer de una zona de corrientes en una ocasión», puntualiza una sobrina.

La familia de Arturo Fontán recibe esta tragedia en el peor de los momentos, tras haber perdido muy recientemente a otro hermano del fallecido y a la madre del mismo.

A su vez, los amigos de Arturo recuerdan con especial cariño la forma que tenía de reunirse con todos cada año en las vacaciones, en las que aprovechaba siempre para mantener vivo su vínculo, no solo con la familia, sino con sus allegados y su tierra natal.

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