MUERTO EL bipartidismo, el multipartidismo goza de tan mala salud que, siendo realistas, también toma carrera hacia la defunción. si la fragmentación nació como receta para desempolvar la democracia, hasta ahora solo deparó parálisis legislativa, líos partidistas, amaños contranatura y batallas por acaparar poder, sin nada tangible a cambio. las mayorías insuficientes acaban diluyéndose en la codicia de las minorías. Un fiasco. la repetición electoral en 2016 hizo que ese año fuera el menos productivo de los últimos 37. Una tendencia que se mantuvo en 2017: el Congreso solo aprobó 13 leyes. Fue el año con menos leyes nuevas desde 1982. en 2004 y 2008 (con siete y seis, respectivamente), gobernando Zapatero, españa vivió los años legislativos más pobres. el pasado año se saldó con 16 y en el actual solo se aprobaron ocho. o sea, un balance deprimente. sánchez, que va con los de la feria y vuelve con los del mercado, se acuerda ahora, cuando le conviene (cuando no, lo rechazó) de priorizar la lista más votada, lo cual requiere una reforma constitucional, poco menos que impensable tal y como está el patio. o sea, un parón democrático que ha inmovilizado todas las iniciativas y todos los proyectos.
