Todo un ejemplo de solidaridad

El grupo de catequistas de la parroquia de Cantodarea ha puesto en marcha una iniciativa que implica a 25 chavales ▶ Los niños y niñas dedican los fines de semana a proyectos que tienen el único objetivo de ayudar a los más necesitados

Los chavales recolectaron juguetes y alimentos para donar a los más necesitados por Navidad. CEDIDA - San Xosé de Cantodarea
photo_camera Los chavales recolectaron juguetes y alimentos para donar a los más necesitados por Navidad. CEDIDA

Los niños y niñas de la parroquia de San Xosé de Cantodarea son todo un ejemplo de solidaridad. Y es que este año el grupo de catequistas se propuso poner en marcha un proyecto que implicara a los pequeños desde 4º de Primaria a 1º de ESO, aquellos que asisten cada domingo a la catequesis pero que no tienen un sacramento específico después de la preparación de la Primera Comunión para poner en práctica los valores que sus instructores intentan transmitir. "No hay nada mejor que el ejemplo", dice una catequista.

"No van a recibir nada a cambio, salvo la satisfacción de haber ayudado al otro porque lo necesita"

Así, bajo el lema de Trabajamos en la sombra para servir a la luz estos 25 niños y niñas muestran a la sociedad que las nuevas generaciones también saben ser solidarias. Trabajar en equipo y ayudar a los demás es lo que mueve a estos pequeños y pequeñas a participar en cuatro proyectos que la parroquia ha organizado con ellos como protagonistas.

"No van a recibir nada a cambio, salvo la satisfacción de haber ayudado al otro porque lo necesita", indica otra de las catequistas.

La iniciativa comenzó en el mes de septiembre. Los primeros domingos, antes de asistir a misa, las catequistas hicieron sesiones de motivación donde explicaron a los niños y niñas qué se iba a hacer en vez de darles la lección tradicional a la que estaban acostumbrados.

"Que los niños se desprendan de ese egoísmo que tienen por momentos que por edad les toca y que estén sirviendo al otro de manera desinteresada es increíble"

¿Y cuál fue su respuesta? "Están emocionadísimos, se están implicando un montón". ¿Y los padres y madres? Pues más de lo mismo, "que los niños se desprendan de ese egoísmo que tienen por momentos que por edad les toca y que estén sirviendo al otro de manera desinteresada es increíble", cuenta una de las promotoras de la iniciativa, que insiste en que es necesario poner en práctica los valores. "Por mucho que tú les cuentes qué valores quería transmitir Jesús a través del Evangelio, les suena mucho a teoría". La solución, entonces, está en predicar con el ejemplo.

LOS PROYECTOS. El primero de estos cuatro proyectos solidarios consistió en una chocolatada benéfica en la que se recaudaron más de 300 euros para donar a la Fundación Amigos de Galicia, para a través de este colectivo hacer llegar la ayuda a las personas necesitadas.

Las catequistas recuerdan la implicación de toda la parroquia en la preparación del evento, así como la colaboración de todos los vecinos y vecinas. Los pequeños y pequeñas vendieron tickets por un euro y repartieron los vasos de chocolate caliente a todos y todas las que se acercaron por la iglesia parroquial.

Los niños y niñas de la parroquia de Cantodarea visitaron a ancianos y enfermos y les cantaron villancicos

El segundo se trató de la recogida de juguetes usados "pero en buen estado" para luego donarlos a la Asociación de Comerciantes e Industriais de Marín (Acima), cuya entrega realizaron hace dos semanas. De hecho, los propios niños y niñas se encargaron de ir a la lavandería para limpiar los peluches recogidos para que las personas necesitadas pudiesen disfrutar de ellos.

El siguiente proyecto consistió en la recogida de alimentos que los chavales entregaron en el Comedor Social de Marín para facilitar la Navidad a las personas que lo necesitan.

El cuarto proyecto tuvo lugar el pasado fin de semana. Los niños y niñas de la parroquia de Cantodarea visitaron a ancianos y enfermos y les cantaron villancicos. Así, estas personas pudieron disfrutar con sus canciones y se empaparon del espíritu navideño de estos pequeños marinenses.

Pero aquí no se acaba la solidaridad de la parroquia de Cantodarea. Pues la iniciativa continuará, aunque las catequistas no adelantan en qué consistirán los próximos proyectos. Uno de ellos, eso sí, tendrá que ver con el ecosistema.

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