Las Palmas Atl. - Pontevedra CF

Un impulso en las Afortunadas

El Pontevedra, que acumula un punto de los últimos seis en juego, busca ante Las Palmas volver a la senda del triunfo. El cuadro pontevedrés "propondrá más" que en el choque en Santa Eulalia, aunque sabe que no encajar será clave
Erraji, Mejía y Adighibe, en un entrenamiento. GONZALO GARCÍA
photo_camera Erraji, Mejía y Adighibe, en un entrenamiento. GONZALO GARCÍA

Que no decaiga. Ese es el objetivo del Pontevedra Club de Fútbol, que después de cuatro partidos consecutivos venciendo ha encadenado un solo punto en los últimos dos choques. La buena dinámica tangible ha dejado paso únicamente a sensaciones positivas en cuanto a la imagen. Pero eso no suma y el PCF necesita volver a recolectar resultados para no descolgarse de la zona alta. De este modo, las Islas Afortunadas aparecen como el trampolín para recuperar impulso.

El cuadro granate visita por tercera salida consecutiva un campo de hierba sintética. En esta ocasión, el Anexo de Gran Canaria. Nuevamente, estará en malas condiciones y con el condicionante del viento. Pero como viene siendo habitual con Pouso, esto no será excusa. El preparador vizcaíno aclaró en la rueda de prensa previa al choque que su equipo "propondrá más" que en Santa Eulalia, donde más que jugar al fútbol, se trataba de perseguir el balón. "Es un campo 'baqueteado' pero con unas buenas dimensiones", apuntó el vasco, que seguramente devolverá la titularidad a Adighibe en la punta del ataque para ganar presencia física en la última línea.

Por detrás, está por ver si Álex González vuelve a jugar como lateral izquierdo o el plan de partido le lleva de nuevo al extremo. En su lugar, entraría Campillo, aunque el técnico granate no es partidario de que un jugador pase de la grada al once directamente. Además, es probable que Jesús Berrocal se mantenga como mediocentro defensivo después de su buen nivel ante el Langreo.

Así, Mejía, todavía algo tocado muscularmente, fue el descarte de Pouso para el viaje a Las Palmas. Es previsible que el mediocentro hondureño recupere el protagonismo en los próximos choques (a partir del próximo sábado el PCF jugará tres en ocho días), al igual que Naveira, que también se quedó en Galicia por decisión técnica. Tampoco volaron Brian Jaén, todavía con problemas de espalda, y Pol Bueso, que sigue recuperándose de su microrrotura en los isquios.

FUERTE EN CASA

Enfrente, el Pontevedra tendrá a un filial amarillo muy potente como local. El cuadro canario no pierde en su estadio desde la tercera jornada, cuando todavía no contaba con buena parte de su plantilla actual (muchos futbolistas comenzaron con el primer equipo).

En total, el bloque amarillo suma 12 puntos como local y 21 en total, tan solo uno menos que el Pontevedra. Tras la derrota de hace tres semanas por 6-0 ante el Ínter de Madrid, el bloque de Juanma Rodríguez empató en su feudo ante el Rayo Majadahonda (0-0) y venció al colista Sanse (1-2), lo que le permite llegar sin apuros.

Además, aunque Pepe Mel no dio la convocatoria, es de esperar que no cuente con ningún chaval del filial, por lo que Las Palmas Atlético tendrá todo su potencial.

Pouso: "Como todos los filiales, es un buen equipo. Además, ese club apuesta por ellos"

Carlos Pouso destacó de Las Palmas Atlético su "calidad, como todos los filiales". "Tiene jugadores jóvenes, con mucha ilusión y calidad y que llaman a las puertas del primer equipo. Además, en ese club se le dan oportunidades. De la cantera canaria hay poco que decir: son futbolistas con calidad técnica y que al tener cerca la oportunidad del primer equipo juegan motivadísimos", apuntó el preparador.

En relación al terreno de juego, reconoció que a todos les "gusta jugar en campos como Pasarón, Valdebebas o Majadahonda, pero la categoría es así". "Hay que adaptarse. Esta es una categoría para especialistas. Es importante que seas camaleónico. Esto en la LFP difícilmente pasa, pero aquí no. Cada vez hay más sintéticos: o te adaptas, o te pasa el bien por encima", recalcó.

Sobre si le ha dejado de preocupar la fragilidad defensiva debido a la mejoría en cuanto a goles recibidos, el preparador vizcaíno reconoció que vive "en una eterna preocupación". "Un entrenador que dice que no tiene preocupaciones, miente. Yo no voy al baño en una mañana en la que bebo dos litros de agua y estoy asustado. Digo: 'me cago en diez, en la próstata algo tengo'. Cualquier entrenador de cualquier nivel tiene una responsabilidad y tiene preocupaciones. Deriva del trabajo. Es una cuestión de honradez", apuntó.

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