Como en cualquier otro lugar o ciudad de nuestra Nación, Marín ha sido motivo a lo largo de los tiempos de un continuo cambio del nombre en sus calles. Cada vez que se originaba un nuevo gobierno era la ocasión que gobernantes aprovechaban para el relevo del nomenclator callejero, que en la mayor parte de los casos se hacía por razones políticas. Es el caso de la hoy llamada rúa do Sol, la cual ha sido renombrada cuando menos cinco veces.
Veamos. Retrocediendo al dato más antiguo que figura en el Catastro del Marqués de la Ensenada, en Marín hubo una calle llamada Zeuta (dato que nos aporta el historiador M. Cendán en su Historia de Marín). El primer cambio que se produce —no sabemos en que fecha exactamente— es el de renombrarla como calle do Sol, y así se mantiene hasta principios del siglo XIX. Comprendía, según se especificaba en el Catastro, el tramo existente entre la esquina de la rúa de O Forno hasta la carretera de Marín a Cangas (hoy Concepción Arenal). El tramo anterior sería Plaza de la Constitución. Es en 1887 (monarquía de Alfonso XIII ) cuando siendo alcalde el farmacéutico Benito Touriño García (padre del insigne médico marinense José Don Pepe Touriño Gamallo al que Marín también le tiene dedicada una calle), se acuerda cambiar Sol por Eduardo Vincenti como "merecido honor a quien es nuestro diputado a Cortes" (sic). Entiendo que con ello aquellos gobernantes del momento buscaban los favores de citado político para conseguir en Madrid algún que otro proyecto para Marín.
Cerca de medio siglo después, en sesión plenaria de enero de 1932 (es alcalde el socialista Antonio Blanco Solla) el ayuntamiento acuerda dedicar la calle al militar y político liberal Rafael del Riego, que dio nombre al famoso himno de Riego adoptado por los liberales durante la monarquía y, más tarde, por los republicanos. Pero no duraría mucho el nombre de la calle con la que Marín homenajeaba "al glorioso general Del Riego" (muerto ahorcado en 1823 tras la restauración del absolutismo), pues con la llegada de la Guerra Civil y siendo regidor municipal José Alcántara Fernández, la denominación de la calle en toda su extensión —haciendo desaparecer la titularidad de Plaza de la Constitución- sería la de General Franco.
Con la reinstauración de los ayuntamientos democráticos en 1979, y promulgada la Ley de la Memoria Histórica, la calle en su totalidad vuelve a ser renombrada como rúa do Sol, aunque, dicho sea de paso muchos seguimos llamando Praza do Reloxo al tramo en el que desemboca la rúa Real, parte de la cual es ocupada por el mercadillo de los jueves.
Hay otras muchas calles que han sufrido cambios, como puede ser la calle del Puente del Regente (1842), después de José Riestra, pasando por la de Ramón y de Francisco Bastarreche. Hasta la actualidad que se llama rúa da Ponte. Y hay más casos, pero eso queda para otro capítulo.
