Opinión

Salman y los tres Reyes Magos

QUE A estas alturas de mi vida me encuentre a gente que aún no cree en los Reyes Magos me resulta intrigante. Entiéndanme. Después de lo que llevan cotizado es lógico que Melchor, Gaspar y Baltasar estén ya merecidamente jubilados, pero alguien tiene que hacer ahora su trabajo y quien mejor que uno de sus descendientes directos, el rey Salman de Arabia Saudí. Es cierto que el relevo en el trono se fraguó con gran discrección y por eso muchos, incluido el Gobierno, no lo vimos venir.

Si todo saltó a la luz es por esa necesidad que tienen los Magos de ver y escuchar lo que hacemos todo el año y, para no fallar en su cometido, Salman dedició ponerse del lado de la tecnología y hacerse con la mayoría de las acciones de quien mejor controla estos temas, Telefónica. Con el 5G y Alexia en cada casa no habrá niño malo que no reciba su merecido carbón y, si se es bueno, a lo mejor se cumplen los deseos de esos pueblos de España que solo piden una antena que les dé cobertura.

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