Opinión

Un alcalde con dos pies izquierdos

Rafa Cuíña. ARCHIVO
photo_camera Rafa Cuíña. DP

HAY QUE ver qué éxito la idea de recuperar el pincho de la entrega de galardones de los Premios de Xornalismo de Afundación! No se confundan, que yo acudí al acto movida por la admiración que siento por mi compañero de corporación Santiago Jaureguizar, galardonado con el premio Francisco Fernández del Riego, y por el deseo de oír a Ricardo F. Colmenero, periodista de El Mundo que se llevó el Julio Camba. Pero es cierto que mi compañera Belén López es la responsable de la crónica seria de este importante acto de nuestra agenda cultural (en la página 57 del Diario de Pontevedra de este jueves), con lo que esta servidora puede centrarse en los detalles de contracrónica que son los que de verdad importan, aunque muchos no reconozcan su valor.

Por ejemplo, es sabido que en anteriores ediciones la entrega del premio tenía un formato más exprés. Los premiados pronunciaban sus discursos de agradecimiento, las autoridades abrían y cerraban el acto con unas palabras muy sesudas y unos minutos después del último aplauso, solo los familiares más allegados se quedaban para abrazar a los premiados.

De ahí que les diga que lo de recuperar el ágape ha sido una buena idea: la mayor parte de los asistentes se quedó y muchos pudieron charlar con los galardonados y conocer detalles o anécdotas de los que no se revelan, normalmente, en un simple discurso. Vamos, que quedarse al pincho no es como cuando das un concierto y te tiras sobre el público (algo que en inglés, por cierto, tiene el nombre de stage diving o crowd surfing), pero se parece algo más a darse un baño de reconocimiento después de haber recibido un importante premio como lo son estos dos.

Ya les digo que el patio de butacas estaba lleno de pontevedreses ilustres, además de mis compañeros Rodrigo Cota y Rafa Cabeleira, que son unos tipos muy divertidos. Allí pudimos ver a la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, a la concejala Pilar Comesaña, a José Luis Vilanova, al vicerreitor Jorge Soto, a Gerardo Lorenzo... No faltó nadie. Ni yo me lo perdí.

Para terminar, no puedo dejar pasar la ocasión de felicitar al alcalde de Lalín, Rafa Cuíña. Dice en un vídeo en su perfil de Facebook que "son o alcalde que peor baila do mundo" y no sé si le falta razón, porque personas con dos pies izquierdos hay muchas en este planeta. Ahora, baila mal. Es cierto. Se ve en el propio video. Hasta el concejal que le acompaña, Miguel Medela, le pone más gracia. No me queda otra que felicitar a Rafa por su sinceridad y humildad y por el valor que tuvo de marcarse un pasodoble con dos o tres señoras a pesar de saber sus limitaciones en el mundo de la danza. Políticos como él "haiche ben poucos", diría mi abuela.

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