Opinión

Apoyo el viral 'Banco de la amistad'

El de ayer fue un día especialmente reivindicativo y no he podido menos que sumarme a todo cuanto acto ha estado a mi alcance para darle un tirón de orejas monumental a esos políticos insensibles con el cambio que está sufriendo nuestro planeta y que se niegan a tomar las medidas que están en sus manos. Es de Justicia que dejemos un mundo, cuando menos, igual al que nos hemos encontrado, pero en vez de mejorarlo (que sería lo lógico), lo estamos condenando a su progresiva destrucción. Lo del efecto invernadero fue solo un la punta de un iceberg que amenaza con emerger con fuerza si no lo remediamos a tiempo.

Perdón por el calentón, pero es que estos temas me tocan mucho la fibra. Como a las miles de personas y personitas que ayer salieron a la calle para alzar su voz. Y ya que estamos en plan de pedir reacciones, ha llegado a mí la propuesta de una niña que no ha tardado en convertirse en viral, tal es su originalidad y acierto. Les cuento: la pequeña dejó en el buzón de su colegio (situado en Burgos) una carta dirigida a la directora en la que le pedía que habilitase en el patio "un banco de colorines con un cartel que ponga 'Banco de la Amistad', para que quien se sienta solo se siente y quien le vea sentado le pregunte ¿quieres jugar conmigo?". No me digan que no es sencillamente genial. Si hasta la Guardia Civil de Pontevedra lo ha compartido en Facebook, animando a secundar la idea por todos los colegios. Me apunto.

Otro que me ha conquistado el corazón, lo admito, es César Abal. El ex concejal del PP le ha dado en los morros a todos los que desconfiaban de que culminaría con éxito el Camino de Santiago, y todos los que buceamos en las redes sociales pudimos ser testigos ayer de su gesta. "Amaneció lloviendo a cántaros, cómo no podía ser de otra forma el final de esta maravillosa travesía", explica a los pies de la emblemática Catedral, tras asegurar que "ha sido muy duro para mí", sobre todo por unos problemas de rodilla y espalda que lo han dejado como un trapo.

El bueno de César me ha tenido presente en su dedicatoria, por todos los ánimos que le fui lanzando desde esta humilde sección, así que aprovecho para devolverle los piropos y desearle que esta experiencia le haya fortalecido, espiritual y animicamente. Venga, querido, que ahora te espera el fisio. No puedo despedirme sin enviar otro abrazo mayúsculo, gigantesco, descomunal. Es para mi apreciadísimo Paco Rivas, ese hombre que trabajando en la sombra se encarga de que todo en el Pazo da Cultura funcione a la perfección. El lunes le llegará la hora de la merecida jubilación y el de ayer fue su último 'bolo', así que desde aquí le digo: Hasta siempre, amigo.