Por un momento creí vivir en la vieja normalidad cuando ante mis ojos apareció un escenario en la plaza de A Ferrería. Sucedió ayer y yo me pregunté ‘¿pero esto qué es?’ Pues de momento no sabemos nada del programa festivo de este verano más allá de cuatro generalidades. Pues sí, efectivamente, aquí ya huele a fiesta, pues el escenario está casi a punto y mañana mismo el Concello desvelará quien hará uso de él durante las próximas semanas. Qué intriga. Ya queda menos para saberlo.
Es de suponer que hayan querido esperar a que pase la resaca electoral para contarnos más cositas del verano festivo de la Boa Vila. Y, hablando de resaca, ayer fue un día para siestas y descanso después de la estresante y larga jornada del domingo.
A mis compañeros plumillas les costó más que habitualmente levantarse e incorporarse a sus quehaceres diarios. Por eso se agradece que algunos políticos, como Luís Bará, tuviesen a bien convocar a los periodistas en una cafetería para hacer balance electoral y, de paso, invitarlos a café, que buena falta hace en una mañana como esta. Bará poco debió dormir, pues el domingo por la noche, después de seguir el resultado en Santiago junto a Ana Pontón, todavía tuvo fuerzas para volver a Pontevedra pasada la medianoche y celebrar el ‘pontonazo’ con militantes y simpatizantes de Pontevedra y de varios concellos de la comarca. Está visto que el sábado recuperó fuerzas para unos cuantos días.
Bará fue el primero en convocar. El segundo fue el PP, aunque allí no hubo café, pese a que alguno, como Guille Juncal, seguro que se tomaría uno de buena gana. Eso, o una siesta. A mí también me costaría elegir, en este caso. Contento también está Manu Lourenzo. El edil nacionalista de Soutomaior logró acta de diputado autonómico y las felicitaciones le llegaron incluso de su antiguo compañero en el claustro del IES Luís Seoane. Luís Pereiro recordó sus aventuras en el Club de Debate y sus andanzas de profes por el mundo en Facebook, con una foto de alguna Feira Franca.
Y no es el único en recibir felicitaciones, aunque no por asuntos políticos. Y es que Juan José Esperón, secretario de la asociación de vecinos de O Chedeiro (Cerponzóns) y padre del famoso bailarín Adrián Esperón, cumplió ayer 60 años, un cambio de década que bien merece una alusión en este modesto espacio. ¡Felicidades!
