AYER me quedé prendada. Y no es por que fuera San Valentín, sino porque en la sala de prensa del Concello se vivió una escena de esas que yo describiría con un emoticono con corazoncitos en los ojos. Todo por culpa de Antón. No Antón Prieto, que también podría ser. O no. Me refiero a Antón, un pequeñuelo preciosísimo de dos meses cuya mamá es Silvana Moril, mi queridísima compañera del Canal Rías Baixas.
Silvana aprovechó una visita a Pontevedra para agasajar a sus compañeros periodistas con unos bombones. Y qué mejor que en Michelena, 30. Allí se dio la casualidad de que coincidieron en tiempo y lugar ‘mi Lores’ y la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, que habían ido a presentar el encuentro de columnistas ‘As mulleres que opinan son perigosas’ (no, no estoy en el programa, que es cosa seria). Y allí llegó Antón, súper risueño. Imagínense a donde llegó la baba entre políticos y periodistas. El pequeñín se partió de risa con el alcalde, tanto que alguien apuntó que este chavalín llegará lejos, pues no tiene ningún respeto a la autoridad.
La presidenta lo cogió en brazos con mucho más ‘xeito’, todo hay que decirlo, y confesó que le despertaba una inmensa ternura. No seré yo quien lo diga, pero si yo fuera Iago Falque, el futbolista del Torino que para más señas es hijo de Silva, me daría un poquito por aludido. No por nada, sino porque cuando me contaron la escena me acordé de ‘mi Lores’ hace unos añitos, cuando recibía a los niños de las Doroteas con sus panxoliñas y pedía nietos como si no hubiera un mañana. Ahora el alcalde tiene dos, Xulia y Lía.
UNA SUDADERA. Lo dicho, que Antón causó sensación. Desde aquí me quedo con la pena de no haberlo conocido y le mando un besazo grandísimo a Silvana.
Y entre niñitos anda el tema, porque hoy tenemos que felicitar a Albertito. El hijo del presidente de la Xunta cumple dos años y tendrá un regalo muy especial, una sudadera que Rafa Domínguez y Pepa Pardo le compraron ayer en Ma Petit aprovechando el paseo por el comercio local con Núñez Feijóo y Pablo Casado, que inició su paseíllo tomándose un café en el Tío Gilito de la plaza de España. Feijóo incluso les enseñó una foto del churumbel en su móvil para que comprobaran por sí mismos lo guapo y lo grande que está el chiquillo (y de paso tomaran nota de la talla que usa, imagino).
No me voy sin felicitar a otro cumpleañero, Gustavo Almeida, que ayer sopló 41 velas y hoy lo celebrará editando disco nuevo, y de avisarles que no se pierdan hoy el Luar de la TVG, pues actuará la Banda de Música de Vilaboa, dirigida por Daniel Filgueira.
