Opinión

Magia nublada en Pontevedra

MIlagros Bará. G.G.
photo_camera MIlagros Bará. G.G.

YA LES dije este lunes que no me iba a perder el programa Un país mágico, que se emite los domingos por la tarde en La 2, ya que esta semana la protagonista iba a ser mi querida Pontevedra. Y hoy se lo cuento por si todavía hay alguien que no lo ha visto. Si es su caso, corra a la página web de TVE o se arrepentirá. O no.

El programa, desde luego, merece la pena, aunque como todo, nada es perfecto. Me alegró saber que no fui la única que lamentó profundamente que el mago Miguel de Lucas –que ejerce de presentador– y su equipo no eligieran unos días más soleados para venir a grabar en la Boa Vila, con lo bonito que es el otoño aquí. Y es que con lo preciosa que es la ciudad, digamos que no lució en todo su esplendor. Tampoco me pareció lo mejor elegir momentos en los que las calles estaban prácticamente vacías, o peor, en las horas de reparto con vehículos por el medio de la zona vieja. Perdonen, pero es así y tenía que decirlo.

Caso aparte merecen los rótulos, en los que se colaron algunos errores, como que el Mercado de Abastos estaba cerca del puerto de Bueu. ¡Menudo despiste! Pero bueno, un fallo lo tiene cualquiera y lo mejor es que a esta ciudad no hay manera de sacarla mal en televisión. Lo que sí no les perdono es ese guiño a Vigo. Que a Combarro, vale, pero Vigo...

Y qué me dicen de sus gentes, porque por el programa pasaron personalidades de categoría, empezando por mi querida Milagros Bará, experta historiadora, a la que Miguel de Lucas le hizo un truco de magia con un Diario de Pontevedra. ¿Se imaginan que hubiese elegido mi página? Mila contó la historia de la plaza de O Teucro, pero también pudimos ver en pantalla a Alfonso Fernández, archivero de la Basílica de Santa María; a José Luis Arellano, presidente del Gremio de Mareantes, o a Eduardo Esteban, presidente de la Asociación Colón Gallego.

También participaron mis queridas Paula Tilve y Mercedes del Campo, responsable del gabinete didáctico y restauradora del Museo, respectivamente; Ana Vicente, del Arquivo Provincial, o dos pescaderas simpatiquísimas, Olivia González y su hija Rocío Domínguez.

No me voy sin darle ánimos y felicitaciones a Bea Heyder, activista y defensora de los galgos, que este lunes se puso de parto (su tercera hija se llamará Triana). Y también felicito a una tocaya suya, Bea Campos, una de mis actrices favoritas, que el lunes celebró su cumple con una tarta de manzana que daba ganas de morder la pantalla de la pinta que tenía. Y, por supuesto, muchas felicidades para nuestra compañera Alba Moledo, que estrena sus 26 inviernos. ¡Quién los pillara!

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