AUNQUE YA saben que lo del fútbol, a mí, me va por rachas, hoy no puedo abstraerme del tema del día. ¿Qué digo del día? Del mes y casi del año, si no fuese por este dichoso virus. Y no crean que exagero. Solo hay que ver los telediarios, los documentales, los especiales, las tertulias y las hemerotecas que desde el mediodía del miércoles inundan radios, televisiones y redes sociales. Y es que, te guste o no el balompié, casi nadie ha sido indiferente a la muerte de Diego Armando Maradona, para muchos, el mejor jugador de todos los tiempos.
Pero como ese reconocimiento es algo muy subjetivo, yo me limitaré a comentar lo que he podido chequear a través de mis palomas mensajeras, que no pararon de enviarme pantallazos y enlaces con todo tipo de reacciones. Los más futboleros lo hicieron casi de inmediato en Twitter, bien con comentarios propios, bien compartiendo artículos y opiniones sobre El Pelusa. Fue el caso de Xabi Fortes, Rafa Cabeleira, Manuel Jabois, Guille Juncal...
El exalcalde de Lalín, Rafael Cuiña, –tuitero empedernido– tampoco tardó en colgar su particular recuerdo, aunque con un pelín de mala leche. Utilizó un vídeo del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias metiendo un gol, pero con el fondo del mítico audio de Víctor Hugo Morales en el no menos sublime gol de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México 86. Retranca pura y dura.
Por cierto, ¿sabían ustedes que el crack argentino estuvo a punto de fichar por el Celta? Pues así fue. Resulta que en el verano de 1977, en Vigo estaban buscando un delantero para poder regresar a Primera. Les ofrecieron a Maradona, que entonces sólo tenía 16 años, y a un tal Nani (que tenía 26). ¿Adivinan a cuál escogieron?
Cambio de tercio para enviarle un cariñoso saludo al concejal socialista de Pontevedra Marcos Rey, que tiene que cumplir cuarentena en su domicilio desde hace unos días por haber estado en contacto con un funcionario del Concello que ha dado positivo por covid. Pero no hay que alarmarse, me cuentan que Marcos está perfectamente y que continúa teletrabajando desde casa para no perder el ritmo del Consistorio.
Antes de finalizar, no pudo obviar la celebración del miércoles: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Como muchas otras personas, me sumé y grité en las concentraciones y actos que hubo por la ciudad, pero me molestó especialmente que ni siquiera en este día pudiéramos dejar a un lado las tiranteces (sean personales o políticas) y se evitasen bochornos como el vivido ante la Subdelegación, con la CIG y Maica Larriba pisándose los discursos y boicoteándose mutuamente. Lamentable.
