En estos días de encierro obligado, la imaginación no para y cualquier excusa es bienvenida para distraer el aburrimiento y animar un poco el espíritu. Y es a golpe de domingo, que es cuando todo está todavía más parado, mejor todavía.
Por eso no es de extrañar el éxito que están teniendo los conciertos virtuales que Gustavo Almeida está ofreciendo desde el miniestudio de su casa. Interactúa con sus seguidores a través de Facebook, para interpretar canciones a la carta, felicitar cumpleaños, compartir sensaciones o debatir sobre música. Una forma muy amena de sobrellevar este confinamiento que a más de uno le empieza a pasar factura. Y no me refiero solo a la de la luz, que es llegará bien gorda, por desgracia.
Vídeos de retos imposibles, perros parlanchines, doblajes increíbles y hasta montajes históricos... hay de todo en la red. Basta con echar un vistazo a WhatsApp, Tik tok o Instagram para que nuestros móviles entre en colapso.
Eso sí, entre tanto torbellino de vídeos chorras, de vez en cuando aparecen unos que te tocan la fibra, bien porque tienen mensaje, bien porque despiertan ternura o bien porque el excepcional resultado es fruto de una laboriosa organización.
Es entre estos últimos donde encaja la obra de arte en la que han colaborado el director de la escuela de baile PonteBaile, Adrián Esperón, junto con Noemí Abal. El vídeo, con la música del clásico Resistiré, es obra de Javier Felip (Castellón), candidato a la Presidencia de la Federación Española de Baile Deportivo, y en él aparecen parejas, bailarines, entrenadores y jueces de toda España (e incluso de Italia, como Devora Paccini y Francesco Galuppo) para mostrar cómo se encuentran los encuentran los profesionales del baile confinados en sus casas.
