Opinión

Pablo Casado, ¿un impresentable?

Pablo Casado. LAVANDEIRA JR (EFE)
photo_camera Pablo Casado, este sábado en Cerdedo-Cotobade. LAVANDEIRA JR (EFE)

Ni lo digo, ni lo pregunto. Fue él mismo, el presidente del Partido Popular, quien se refirió a sí mismo como "bastante impresentable". Bueno, vamos a matizar. Pablo Casado participó este sábado en Cerdedo-Cotobade en la famosa apertura de curso político del PP gallego (esto sí que es una vuelta al cole con alegría). Llegó tarde y con ojeras y se encargó de explicar las razones de tal motivo. Resulta que la noche del viernes estuvo de fiesta. Pero no una fiesta cualquiera. Resulta que se celebraba el centenario de la adquisición de una estupenda huerta por parte del bisabuelo de su mujer, Isabel Torres. No es una huerta cualquiera, sino un jardín artístico nacional.

Pero tan apretada es su agenda que a las cinco de la mañana ya estaba en pie en Mallorca para tomar un vuelo hacia Galicia. Y así llegó, con ojeras y una cocacola como único ‘alimento’. Fue entonces cuando se refirió a su barba, esa que llamó la atención de la prensa en el mes de agosto y que ayer todavía no se había afeitado del todo. Casado recordó que no era la primera vez que lucía vello capilar, ya que el año pasado fue fotografiado de tal guisa, "con una barba bastante impresentable" mientras hacía el Camino de Santiago. Ahí lo tienen, pues.

A Casado le gustó mucho Cotobade. De hecho, compartió mesa con outras ocho personas en el restaurante Mamalela, en Paraños (Carballedo). Entre los comensales figuraban Núñez Feijóo, Jorge Cubela y Alfonso Rueda, quien posteriormente fue a quemar la ídem (o no) con una impresionante moto a la concentración de Sanxenxo.

A todo esto, que si Casado quería cambiar de look el sábado podía pasarse por el espectacular puesto que el peluquero Carlos Conde instaló en la Feira Franca, donde realizó peinados medievales (y afeitó a más de uno).

En este multitudinario evento no faltó nuestro querido Rafa Córdoba, quien invitó a nuestros tres fotógrafos (Rafa Fariña, el 'cazador cazado' por José Luiz Oubiña, y Gonzalo García, el tercero en cuestión) a un café en el Carabela.

También fue muy grato ver a la anciana madre de 'mi Lores', a quien el alcalde acompañó llevándola en silla de ruedas para que pudiese disfrutar de la fiesta. 'Mi Lores', por supuesto, vestido de tal guisa al igual que buena parte del Gobierno local, como Anabel Gulías, guapísima de dama medieval; Carmen Fouces, Eva Villaverde, Carme da Silva o Xaquín Moreda, quien interpretó varias piezas a la gaita. Tampoco faltaron el alma máter de la fiesta, Luís Bará, o una de mis periodistas favoritas, Montse Fajardo. Ya lo dijo 'mi Lores', tarareando: si es que "veinte años no es nada...". Y si hay que hidratarse, que sexa con agua, cerveza o incluso con licor café. Cada uno como pueda.

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