Opinión

Pontevedra se viste de gala

CON LA despedida definitiva que le hacemos a la época navideña hasta dentro de diez meses, solo nos queda centrarnos en el calendario de eventos de la próxima temporada. La verdad es que estoy ansiosa por saber qué nos deparará la época primaveral, aunque de momento ya hemos podido disfrutar de uno de los eventos anuales más esperados: los premios Cidade de Pontevedra.

Antes de nada mis felicitaciones a todos los Sebastianes que ayer celebraron el santo, espero que disfrutaseis del día a resguardo porque está claro que la Madre Naturaleza quiere contribuir a que nos quedemos en casa... En fin, por suerte para nosotros, algunos de nuestros políticos más habituales hicieron acto de presencia ayer en la celebración de los ansiados premios pontevedreses.

Se nota que hay ganas de salir de casa porque los modelitos de algunos de los presentes no defraudaron. Una de las más estilosas fue la concelleira de Promoción Económica, Yoya Blanco, que lució un vestido estilo boho con unos botines marrones a juego y una chaqueta de lo más formal. Aunque para formalidades se llevaron la palma el teniente de alcalde, Tino Fernández, con un elegante traje en azul cobalto y cobarta en color rojo contrastando, y el concelleiro de Desenvolvemento Sostible, Iván Puentes, que no defraudó tampoco con su estilismo. El edil escogió un traje en color gris con estampado a cuadros estilo príncipe de Gales que le sentaba fenomenal.

En un estilo un poco más casual se presentó el edil de Benestar Social, Marcos Rey, que acudió a su primer San Sebastián luciendo unos vaqueros ajustados y un bonito abrigo largo en color negro. Apostando por el lado más moderno, está claro.

La verdad es que estaban todos guapísimos y por lo que me han podido contar mis más fiables fuentes, la ceremonia fue preciosa y el discurso de miLores no defraudó. El alcalde pontevedrés quiso dar las gracias al jurado y a las entidades que cada año se involucran proponiendo candidaturas y desde aquí, además de sumarme a la felicitación, aprovecho para dar la enhorabuena a los premiados.

Antes de despedirme no me puedo olvidar de corregir una pequeña errata que cometí ayer. Al parecer, la pegadiza canción de Mi Abuela, de Wilfred y la Ganga que os hice recordar ayer no es de principios de los 2000, ¡sino del 1990! Es lo que tiene cumplir años y empezar a mezclar fechas.

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