Qué jornada maravillosa la de ayer, lectores. ¡Qué inicio de las fiestas tan precioso! Y lleno de jugosas anécdotas. Tantas, que no sé por donde empezar. ¿Por el pregonero, por ejemplo? Venga. El periodista Manuel Jabois ofreció un pregón magnífico: divertido, emocionantes... Conmovió a todo el mundo. Tanto que, al terminar, el Pazo de Mugartegui se desbordó de personas intentando saludarlo y que le firmase el texto que acababa de leer (y que el Concello reparte entre el público). Jabois tuvo una jornada de lo más ajetreada. Por si era poco lo de leer el pregón y asistir a la comida de Amigos de Pontevedra, sus íntimos decidieron completarle la agenda con una fiesta sorpresa. Así fue que el muchacho, en cuanto terminó con sus obligaciones oficiales, salió a toda mecha del Pazo da Cultura.
Y es que ayer este caballero acabó haciendo de todo. ¡Hasta casar a dos amigos! ¡En pleno pregón! En medio del discurso soltó que, aparte de lo que dijese después el alcalde en la ceremonia oficial, él quería felicitarles por elegir un día como el de ayer para casarse. "¡Anxo, puedes besar a Carmen!", le gritó desde la balconada del Pazo de Mugartegui. Anxo es, por cierto, hijo de la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, que me contaron que ayer vivió una jornada de lo más emocionante. Me pongo en su piel y me lo creo.
Más cosas sobre el pregón y las fiestas. Les puedo contar que el regalo que el Concello le hizo al pregonero fue un cuadro de Antón Sobral, que también estaba feliz de que una de sus marinas fuese a parar a manos del periodista. Y un pequeñísimo apartado para hablar de mujeres guapas. Volvió a lucir su espectacular traje tradicional la ex número uno de Ciudadanos en Pontevedra, María Rey. Estaba guapísima con él. Como también estaba guapísima la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, y la diputada del PP, Ana Pastor. Espectacular y elegantísima iba Carmen da Silva. Aunque tengo que confesarles que para guapa, la que más (mucho caldo nos queda por comer a las demás para estar a su altura), Elena Sueiro. Mi beso más grande, para la madre del pregonero.
