El tiempo pone las cosas en su sitio. Unas veces si y otra no. En este caso cae de cajón que hizo plena justicia. El alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, anunció el nombramiento del nuevo cronista oficial de este municipio, que ocupa la plaza dejada vacante por Xosé Lois Vila Fariña tras el fallecimiento del mayor valedor de la parroquia de Baión.
¿Y quien mejor que Benito Leiro? El regidor apostó sobre seguro al elegirlo, porque cuenta con todas las bazas para llevar a cabo la misión encomendada a plena satisfacción.
Sobras los argumentos para justificar esta afirmación. Uno, su acreditado conocimiento de una de las más grandes figuras de la literatura nacida en este municipio, Julio Camba, que está a la altura de la otra figura rutilante de la dramaturgia, Valle-Inclán.
Dos: a su más que demostrada calidad como escritor se suma la faceta no menos reconocida como periodista, que también dejó una profunda huella en la prensa local a través de una larga trayectoria, salpicada con galardones.
Tres: vive al día, conoce la actualidad al dedillo y también los protagonistas de las pequeñas historias vecinales cuya dimensión seguro que sabe ponderar para hacerlas atractivas. Cubre, pues, todos los frentes: pasado y presente, y mantiene intacta su vocación investigadora, de ahí que el futuro se presente atractivo.
Nunca dejó de trabajar y ahora tendrá a su disposición los medios necesarios para hacerlos en las mejores condiciones posibles y publicar libros, folletos opúsculos y hasta octavillas desgranando la actividad local.
Benito Leiro dice que la figura de cronista local está un tanto pasada de moda, y tal vez sea así en cuanto a su denominación, pero para nada cuestiona la utilidad de esta figura. Como no podía ser de otro modo, agradeció al alcalde la confianza, y ahora solo cabe pedirle a Gonzalo Durán que el Concello sepa aprovecharla oportunidad.
Y seguimos circulando por el mundo de la cultura. El viaje nos lleva ahora hasta A Estrada, cuyo Concello es todo un ejemplo de apoyo a la creatividad, manteniendo en estos tiempos tan difíciles las convocatoria de varios premios de literatura.
La vigésima tercera edición del Avelina Valladares la ganó Xosé Luna Sanmartín, con un libro titulado O tempo entre as mans, que edita Fervenza Edicións, y que recomendamos humildemente desde esta sección como regalo de Navidad o, simplemente, regalo.
Y regalo, simbólico, es el que realizó la pintora Rosario Palacios Orive a los atribulados trabajadores del sector de la hostelería de la comarca con un cuadro titulado R.I.P.
