Opinión

Vitamina C y llamadas ilimitadas

Goyo Revenga. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Goyo Revenga. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

PUES YA ESTARÍA. Empieza la campaña. Otra vez, sí, otra vez. Pero ahora estamos de suerte, queridos lectores, porque será más corta. No es que no queramos tener noticias de nuestros políticos, sino que últimamente estamos teniendo demasiadas. De hecho, se me hace imposible escribir una columna sin contarles algún chascarrillo de sobre políticos. Les cuento el de hoy.

Que a Goyo Revenga le gusta el color naranja lo sabemos todos, pero yo no era consciente de que su pasión era así de arrebatadora. Resulta que ayer Orange —sí, la compañía telefónica— cumplía años y la agrupación de Ciudadanos en Pontevedra quiso felicitarla. Tienen en común un color y a los naranjas pontevedreses, los liberales ibéricos de nuestra Boa Vila, no les pasó por alto esta celebración, por eso compartieron sus buenos deseos para la compañía con un tuit. "Feliz aniversario Orange! Enhorabuena por vuestro camino andado y que sigáis así por muchos años más, siendo los mejores del mercado!". Al mensaje lo acompañaban un montón de emoticonos con naranjas.

Del tuit yo saco dos conclusiones: que Goyo este año, con tanta vitamina C, no coge la gripe y que la compañía le ha hecho una buena oferta, con paquete de cine y series (que sé que le encantan), llamadas ilimitadas y datos a tutiplén. Si no es así, no me lo explico, queridos.

Lo que sí entiendo perfectamente es que todo el mundo se haya quedado prendado de la chispa de Iago Aspas, que estuvo hace unos días en el programa La Resistencia de David Broncano y prometió celebrar su gol como le pidió el presentador. Resulta que Aspas tenía que fingir que lanzaba fardos a la ría y lo hizo. La petición era arriesgada y polémica, pero el futbolista se atreve con todo y yo lo celebro, aunque no me guste nada que las Rías Baixas sean famosas por el narcotráfico cuando tenemos un marisco maravilloso y unos paisajes que ya quisieran en Madrid. Pero ese ya es otro tema. La cuestión es que Aspas lo celebró, pero la alegría no le duró demasiado al de Moaña, porque después de su gol del empate contra el Betis, los sevillanos remontaron y los de Vigo se fueron a casa con una derrota.

No todo puede salir bien. Yo quiero animarlos diciéndoles que lo importante es participar y que las victorias se disfrutan más cuando se conoce la derrota. Por último, permítanme que e vaya enviándole un beso a nuestra compañera Blanca Paz, que empieza hoy una nueva etapa profesional después de unos añitos en este periódico. La vida le va a sonreír, eso lo sabemos todos, pero a nosotros se nos queda el gesto triste al despedirnos de ella. ¡Cuánto la vamos a echar de menos!

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