Opinión

Un café en The Paris Review

TENGO EN mis manos The Paris Review. Una maravillosa selección de entrevistas literarias a los mejores escritores del siglo XX y XXI, publicada por la editorial Acantilado en sus dos tomos. The París Review era una revista neoyorkina que publicaba trimestralmente trabajos y opiniones en viva voz de los mejores poetas y escritores del momento. Acantilado realiza una selección de las mejores, desde el año 1953 al año 2012 y las edita en una enciclopedia de las artes escritas. La sensación que se tiene al abrir The Paris Review, es la de entrar en una cafetería antigua, con paredes y mesas de madera, donde cuelga un reloj cuyas agujas y péndulo se han parado en el tiempo. Huele a café, vino y pastel.

La cafetería es muy similar en estética al café Moderno de Pontevedra, al café Gijón de Madrid o al bohemio Els Quatre Gats de Barcelona. En cada mesa un escritor está sentado esperando por ti, sin moverse. Basta seleccionar una entrevista y sentarte en la mesa con Milan Kundera, Julio Cortázar, Philip Roth, Toni Morrison, Doris Lessing, Ionesco, Susan Sontag, Paul Auster, Murakami, Salman Rushdie, Kenzaburo Oé, Naipaul, William Faulkner, Hemingway, Adolf Huxley, Jean Cocteau, Borges, Joyce Carol, Pasternak, T. S. Eliot, Steinbeck, William S. Burroughs, Gabriel García Márquez o Marguerite Yourcenar, por citar solo a algunos de los clientes de esta cafetería atemporal e infinita. Cuando tienes el libro en la mano es como estar de pie observando las mesas desde la puerta. En cada mesa los poetas y escritores están detenidos, suspendidos en el tiempo. Solo comienzan a gesticular y a expresarse cuando seleccionas una entrevista y te sientas en una silla a escuchar. El valor de esta obra inmensa radica en la posibilidad de tenerlos a todos en el mismo café y elegir aleatoriamente con quien sentarte. No hay entrevistador. El entrevistador eres tú y el poeta responde. Las preguntas están realizadas de una manera tan elocuentemente lógica, honesta y directa que eres tu mismo quien las realiza. Serían las mismas preguntas que tú mismo harías. No las he leído todas, por el momento, pero la impresión es que no te encuentras con personajes altaneros, grandilocuentes o eruditos con un ego desmedido.

Escuchas personas de otras épocas que hablan de las inquietudes cotidianas del tiempo que les ha tocado vivir y expresan con naturalidad como es su proceso creativo. Hay quien planifica una trama y un argumento dotando a sus personajes de características psicológicas previas construyendo un esquema que después ejecuta mecánicamente hasta quien escribe sobre la marcha sin saber que escribirá en la página siguiente movido por la pura inspiración, mis predilectos. Hay quien lleva escribiendo desde los veinte años o quien comienza a escribir a los cuarenta. Explican cuales son sus motivaciones para escribir, cuantas horas al día trabajan, donde, como y porqué lo hacen.

También aprecias, no solo al personaje que se esconde detrás de un nombre ilustre, sino también a la persona que hay detrás, con sencillez, con voz pausada, con ironía o gracia, con elegancia y humildad. The Paris Review, más que un libro es un curso de literatura, un libro de consulta, pero sobre todo es una cafetería grande y diáfana, eterna, donde los mitos literarios te esperan espiritualmente para explicarte porqué inventar y crear historias es una necesidad humana.

Las personas necesitamos que nos entretengan con cuentos reales o inventados desde que somos niños. Necesitamos historias que nos ayuden a explicarnos a nosotros mismos. En las cuales nos veamos reflejados. Comprender este maravilloso viaje sobre la existencia en la tierra que es la vida. Un viaje al que llegamos, nos hacemos una foto y nos vamos.

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