Opinión

Qué pasa en Vigo

Las noticias políticas que trascienden de la vida local de Vigo son un permanente torrente de polémicas y descalificaciones. Ayer se constituía el Área Metropolitana, la primera de Galicia, con 14 municipios y medio millón de habitantes. Una de las concentraciones urbanas más importantes de Galicia por economía y población. El acto fue una bronca. Los consejeros del PP abandonaron antes de que terminase el acto de constitución. El instrumento para la discordia, según cronistas vigueses, es la integración de Vigo en el transporte metropolitano. El presidente de la mesa de edad, del PP, pretendió suspender la sesión. Caballero, que resultó elegido presidente ya sin los populares, mandó mensajes no precisamente integradores.

Ausencias

En la celebración del Día de la Constitución en el Congreso no estarán la antigua Convergengia, Partido Demócrata ahora, En Común Podemos, Esquerra y los máximos dirigentes de Podemos Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Los diputados del PNV en los últimos años tampoco acudieron. El artilugio político de dividir en bloques -los autocalificados como constitucionalistas frente a los demás- puede estar produciendo efectos de este tipo. Parece evidente que es un mal camino, y un indicador de un mal momento político, que vaya creciendo el número de siglas de partidos y diputados que no acuden a la celebración del aniversario de la Constitución. El acudir ese día a la actividad normal en los ayuntamientos los cargos del nacionalismo catalán, aunque sea una auténtica payasada y pueda rozar la descortesía para la protesta política, es otro indicador de serias grietas. Unos pretenden negar toda legitimidad a un sistema que representa el más largo período de libertades en España y otros utilizan ahora la Constitución en el debate político como principio inamovible y permanente. Así no hay diálogo posible.

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