Opinión

Las visitas del Rey emérito

SANXENXO REÚNE un gran número de visitantes ilustres que convierten esta villa pontevedresa en el epicentro político del verano. Además del presidente del Gobierno y de la presidenta del Congreso también se han dejado ver el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que alquila casa, o el exfiscal del Estado, Conde Pumpido, que se aloja en hotel. Y aunque ha estado condicionado al respeto a las víctimas de los atentados, nos consta que también ha acudido a Sanxenxo Don Juan Carlos I, que regresa estos días a Galicia llamado por su pasión por la vela. El Rey emérito pernoctó en agosto a las afueras de Sanxenxo en el chalet de un amigo. Juan Carlos ha evitado, en la medida de lo posible, apariciones en barco que posibilitaran la crítica, y los desayunos y comidas de trabajo y amistad que ha tenido se han celebrado en la más estricta intimidad. Al Rey emérito le gusta hablar de la actualidad, pero sin entrar en claves políticas. Con mucha sensibilidad ha mostrado su preocupación por la amenaza yihadista. Entre los pocos que han podido compartir impresiones con el monarca, el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martin, y Pedro Campos Calvo Sotelo, presidente del Real Club Náutico.

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