Opinión

La "apatía" de Rajoy

QUIENES LE CONOCEN saben que Mariano Rajoy ha quedado mal herido por las formas con las que le han expulsado de Moncloa. Muchos de sus colaboradores no terminan de explicarse por qué han sido barridos por un tsunami político y mediático en forma de moción de censura que no vieron venir. Rajoy no quiere saber nada de su sucesión salvo guardar la neutralidad debida. Pero voces autorizadas de Génova argumentan que el expresidente del Gobierno y todavía líder del PP tiene que tutelar sin tomar partido la elección de su sustituto para evitar la guerra interna. Por las mañanas, Rajoy procura hacer su paseo habitual en la Casa de Campo madrileña. Acude a su despacho de la sede del PP hasta el mediodía, donde mantiene reuniones de cortesía más que políticas. Su objetivo vital es poder vivir lo que sus altas responsabilidades le han quitado. Y sobre todo, dedicar a su familia el tiempo robado. Rajoy se muestra «apático», pero «cumplirá con su deber».

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