A la factoría de Moncloa se le encendió la lucecita de las ideas nombrando candidato culé a Illa maravilla. Iván el terrible y el líder supremo Sánchez saben que el grado de popularidad por covid del ministro filósofo que le hizo un 155 sanitario a Madrid reporta votos en Cataluña, donde al parecer no se tiene en cuenta la gestión distópica de la pandemia. Por eso el sanchismo, y lo que queda del federalismo socialista catalán, ha montado en cólera cuando se ha empezado a debatir sobre el retraso de las elecciones autonómicas del 14 de febrero.
El efecto vacuna, por muchas dosis que se pongan en la prórroga de la campaña, deja de tener efecto en el mundo propaganda monclovita, donde al parecer preocupa más lo político y lo electoral que la eficacia en la lucha contra el coronavirus y Filomena. La bombilla de las ideas funciona en la coalición como un luminoso de burdel de carretera, siempre encendido para matar las ganas y foguear la bilirrubina partidista. Así que la bombilla parpadeante del márketing es la culpable de la exhumación de Franco, el sometimiento por asalto del CGPJ, el acoso republicano a la Corona, la monitorización de la crítica al Gobierno, los estados de alarma más largos de las democracias europeas, la desgobernanza de la cogobernanza, las mentiras como práctica política, el exceso del rodillo-ley, y otras venturosas necesidades como los pactos del engaño con Podemos, ERC y Bildu que tanto espantaban a Pedro el hermoso.
Y cuando la luz se hizo por reflejo de la claridad boreal de la nieve, de nuevo la bombilla de las ideas iluminó la sesera de la coalición. Siendo Gobierno, Podemos reclama al Ejecutivo, es decir, a sí mismo, que detenga la subida alarmante del recibo de la luz en plena congelación polar de España. Otro postureo mediático más mientras el vice del moño permaneció desaparecido bajo el búnker helado de Galapagar por culpa de Filomena más que de Irene, igual que ocurriera con las residencias durante el confinamiento del mando único tras aquellas negligentes manifestaciones del 8-M. Del mismo modo, y al igual que ocurriera con el Iva de las mascarillas, la parte contratante de la primera parte gobernante, el PSOE, ha llegado a decir por boca de su portavoz Chiqui Montero que la UE desaconseja la rebaja del Iva en el recibo de la luz. Otra mentirijilla más de esas que toman al contribuyente votante por tonto, porque la normativa no da cobertura a ese escapismo gubernamental que en la oposición decía una cosa y ahora predica otra. Se llama doble moral o vara de medir, como cuando los gobernantes de hoy cargaban contra las eléctricas y el marianismo de ayer por unasubida del 8 por ciento mientras que ahora se ha disparado el precio de la luz hasta un 30 por ciento en plena nevada general.
Y la luz se hizo como una fogata de demagogia atizada con proselitismo facilón sobre los cortes de suministro eléctrico en la Cañada Real, mientras llueven acusaciones de injerencias en Red Eléctrica y te apuntas al pijerío gobernante del coche oficial y la moqueta que tanto desentona con los mesías de los pobres y con el pensamiento indignado de antaño. Y la luz se hizo como disputa entre Pedro Edison y Pablo Tesla mientras la bombilla gubernamental hace cortocircuitos permanentes a la separación de poderes, la libertad de prensa, las condenas por sedición y la memoria de las víctimas de Eta. Y la luz se hizo al comprobar cómo hay intención de reparto político de los fondos covid mientras se pone trabas a la zona catastrófica del Madrid que gobierna la derecha.
Y la luz se hizo, muy Filomena a nuestro pesar, al comprobar que Sánchez e Iglesias han descubierto que les resulta más rentable culpar de su desidia a las autonomías que cumplir con sus obligaciones como Gobierno de esta nación que sus socios quieren romper. Y la luz se hace cuando a nada que repasas las hemerotecas compruebas lo que decían Pedro y Pablo en el pasado y lo que hacen ahora en el Gobierno: "¿Qué coño tiene que pasar para que Rajoy pise el barro de las inundaciones?", se preguntaba no hace mucho Sánchez desde la oposición. Para empezar, un taco en boca de un líder político es poco elegante y apropiado. Y para terminar, su primera aparición 48 horas después de la borrasca, fue bajando de un lujoso todoterreno para que le «informaran» de la situación en el ministerio del Interior mientras sus terminales ponían a parir a Casado por hacerse la foto con la pala.
La luz eléctrica es esa imitación a la vida de la luz natural que nos sirve para ver, calentarnos o trabajar; para vivir en definitiva una vida mejor. Se puede leer en el libro sagrado del Génesis: "Y dijo Dios: Hágase la luz; y la luz se hizo. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas". Tras crear los cielos y la Tierra, el Divino alumbró el mundo hasta que la corriente alterna terminó siendo electricidad y el negocio lo convirtió en recibo de la luz. Y la luz se hizo en el momento mismo en que por la boca mueren el pez y ciertos políticos. Ahora sólo queda que los ciudadanos separen el centeno de la paja, es decir, la luz de las tinieblas; o sea, la mentira de la verdad y la demagogia de la realidad.
El pobre Simón
Fernando Simón no es ejemplo de gestión gubernamental del coronavirus. Animó a acudir a las manifestaciones del 8-M, y llegó a decir que en España apenas habría contagios en plena primera ola. No sólo mintió con o sin conocimiento de causa, sino que se fue de vacaciones en plena segunda ola o a grabar un programa frívolo de televisión mientras la gente moría haciendo dejación por tratarse de un cargo clave en la lucha contra el coronavirus. No sólo ha faltado a la verdad en el número de muertes por covid, negando sucesivamente las cifras reales hasta los 80.000 estimados por el Ine sino que volvió a mentir restando importancia a la cepa británica "marginal" que desató la tercera ola. Y por si todo ello fuera poco, ahora culpa a los españoles de esa tercera ola, recriminándoles que se hayan divertido más de la cuenta en las Navidades "pasándolo mejor de lo que debían haberlo pasado", y llegando a reconocer que sabían "que esto iba a pasar". Si lo sabían, ¿por qué no actuaron? Realmente este personaje, el pobre Simón, ha quedado inhabilitado para cualquier cargo público de responsabilidad.
El Despelote
Cristina Pedroche ha querido dar de nuevo las campanadas con una campanuda foto posando desnuda sobre la nieve. Esta chica tan progre ella, de Vallecas de toda la vida, siempre recurre al despelote sin que le penalice ese feminismo ideológico que recrimina la explotación sexista de la imagen de la mujer. Esta vez tuvo su réplica en el posado de una exponente de la saga de los Pantoja, una tal Anabel, que se sentó como Buda sin complejos de kilos sobre el nevado de blanco satén en parodia muy celebrada en la tele mamachicho. La tendencia también se ha extendido entre el sexo masculino, con Sergio Ramos desnudo de torso en Valdebebas y otros influencers en busca de likes en las redes. No consta ningún desnudo de político o política, aunque el PSC y su candidato Illa se han quedado en pelotas con las elecciones catalanas. Las contradicciones y guerrilla entre el PSC, ERC, el Gobierno y la Generalitat a costa de los comicios han causado el despelote general porque a Sánchez se le vio el plumero porque se le pasa el efecto vacuna.
