ALGUNOS DE los que esperaban ser nombrados por el nuevo Gobierno para un alto cargo han decidido, como medida previa, borrar miles y miles de tuits que habían ido publicando. Es decir, han decidido ocultar en lo posible sus opiniones y su manera de expresarlas. Es decir, han decidido ocultar aquella parte de ellos mismos que podría perjudicarles para el apetitoso puesto que esperaban. Y, en general, lo que pretenden ocultar son cosas muy interesantes para conocerlos bien y muy relacionadas con su actitud personal y política. Esa vergonzante actuación no impide que 'elegidores' y elegidos sigan alardeando de transparencia y de lo que haga falta. ¿Regeneración? ¡Ja!
