Opinión

Aniversario de En Marea

EN MAREA, ese partido político integrado por Anova, Podemos, Esquerda Unida, Equo Galicia, Espazo Ecosocialista Galego, Marea Atlántica, Compostela Aberta y Ferrol en Común, entre otras, acaba de cumplir su segundo año de vida, sumido en su penúltima crisis de identidad y su antepenúltimo duelo interno por el poder.

El 30 de julio de 2016 celebraba en Vigo su asamblea constituyente como partido político, con la expectativa de presentarse dos meses más tarde a las elecciones al Parlamento de Galicia. Esos dos meses fue precisamente el tiempo que duraron las sonrisas y el buen rollito, porque las expectativas de que la sociedad gallega les iba a elegir como alternativa de gobierno frente al Partido Popular, se chocó con la realidad de los resultados de la noche electoral.

En ese mismo momento surgieron las peleas por el liderazgo y el control del partido. La designación del portavoz nacional frente a todo pronóstico recayó en Luis Villares que demostró más ambición política que la que se le suponía. El mirlo blanco surgido de las filas de la magistratura para ser cabeza de cartel, no pasó de ser un hombre de paja de cara amable, que se creyó primero que podría ser el Presidente de la Xunta y segundo que podría liderar la gran coalición de izquierda nacionalista que transformase el país. ¡En ambos casos se confundió!

Nunca contó con el apoyo ni del partido ni tan siquiera de su propio grupo parlamentario. Quedaba claro votación tras votación, que los verdaderos líderes eran otros, los responsables de Marea Atlántica, Compostela Aberta, Ferrol en Común y el sector oficial de Anova. Podemos y Esquerda Unida, siempre han ido por libre, pues a pesar de su casi docena de diputados, no han aceptado ni tan siquiera las directrices de su grupo parlamentario, baste recordar la negativa dimitir y dejar su escaño de la diputada Paula Quinteiro tras su incidente nocturno con la policía en Santiago.

Tras meses de tiras y aflojas, Carmen Santos, secretaria general de Podemos Galicia, ha llegado a afirmar que En Marea es un proyecto fracasado, a lo que el secretario de organización de Esquerda Unida, ha apostillado que se trata de un "partido ornamental". Ambas afirmaciones coinciden con una nueva vuelta de tuerca de Martiño Noriega, que ha propuesto la creación de una "Mesa pola Confluencia" con el fin de refundar e impulsar el partido adelantando la renovación de la dirección. Esta propuesta del alcalde de Santiago ha disparado una vez más el debate sobre sus aspiraciones para liderar En Marea y sustituir a Villares de cara a las elecciones a la Xunta de 2020, algo que ha negado con rotundidad, lo que no quiere decir nada, ya que a menudo esas afirmaciones son sinónimo justo de lo contrario, "el lenguaje político está diseñado para que las mentiras parezcan verdades" decía George Orwell.

Sea como fuere la pelea está de nuevo servida y resulta difícil pensar que un partido más ocupado en sus cuitas internas que en realizar aportaciones para resolver los problemas de Galicia merezca la pena. A pesar de hundirse en las encuestas, de sus peleas, de las divisiones internas y de que la marea parece estar en bajamar, algunos sueñan todavía con la pleamar, aunque de momento como decía alguien lo que tienen es marejadas y marejadillas.

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