Opinión

La corrupción como arma

EN POLÍTICA, las casualidades no existen y si algunas actuaciones tienen esa apariencia es que, paradójicamente, están bien planificadas.

Viene esto a cuento de los ‘diálogos’ entre el excomisario Villarejo y la exsecretaria general del PP que, ¡oh casualidad!, empezó a publicar El País cuando las encuestas, incluido el CIS, se decantaban a favor del líder popular mientras caía el líder socialista.

Esas conversaciones son escandalosas y revelan una perversión de la política y la democracia. Pero son de hace diez años y el presidente y dirigentes actuales del PP nada tienen que ver con aquellos hechos, ni con la corrupción que han erradicado de su formación.

Pese a ello, fueron utilizadas por el presidente en el pleno del caso Pegasus para arremeter contra los populares. "Cuando está el PP en el Gobierno hay corrupción y cuando está en la oposición hay crispación", sentenció Sánchez.

Traer aquellas grabaciones a este debate para descalificar al primer partido de la oposición y no contestar a las preguntas sobre el espionaje es como si la portavoz popular echara en cara al presidente los casos de corrupción del PSOE en los gobiernos de Felipe González y de Zapatero o los Ere de Andalucía de los que él no es culpable, pertenecen al pasado.

Sabiendo esto, y por si no fuera suficiente el ataque en el Congreso, el presidente mitineó el sábado en Dos Hermanas y como gran propuesta para los andaluces volvió a arremeter contra la corrupción de los populares. ¡Hay que echarle mucho valor para hablar en Andalucía de la corrupción del PP, cuando allí los gobiernos de su partido dejaron el mayor volumen de millones malversados en los Ere!

"La corrupción —dice el profesor José Luis Villacañas— ha dado de sí todo lo que podía dar electoralmente hablando". Por tanto, teneos señores, diría Don Quijote. Dejen que los jueces juzguen los casos pendientes de la Gürtel, los Ere y sus piezas separadas y otros episodios pasados, como la revisión por el Supremo de la condena de los expresidentes Chaves y Griñán y el juicio a dos exaltos cargos de la Junta por pagar, presuntamente, en prostíbulos andaluces con tarjetas de la Fundación de Formación y Empleo (Faffe). O el caso Azud que publica El Mundo, señala al PSOE valenciano y puede tener recorrido.

Mientras los jueces cumplen su función, recuerden los políticos el pasaje evangélico de la mujer adúltera a la que querían lapidar los fariseos y se fueron marchando tras escuchar la sentencia del Nazareno "el que esté sin pecado que tire la primera piedra". Que nadie escupa para arriba.

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