Opinión

Dejemos paso al talento

Tengo por costumbre desde hace ya unas cuantas semanas dedicar las primeras líneas de esta sección a una pequeña reflexión sobre el estado actual de la crisis del Covid-19. Aun siendo consciente del riesgo de que lo dicho hoy puede quedar completamente desdibujado o carente de sentido mañana o pasado mañana. Basta comprobar los vaivenes en el balance diario de víctimas que se nos ofrece. Aunque la clara tendencia a la baja de la última semana me lleve, cuando menos en lo sanitario, a un optimismo relativo. 

Pero las cifras son las que son. Y en España hablamos de más de 23.000 personas fallecidas: por lo que me parece más que de justicia, tal y como está demandando mucha gente, que se declare el luto nacional como manifestación colectiva del pesar por todas las víctimas. Vaya para todas sus familias mi solidaridad y mis condolencias. 

Como supongo que le ocurrirá a muchos de ustedes, cada día recibo a través de las redes sociales decenas de vídeos y de artículos informativos o de opinión relacionados con los más variados aspectos de esta crisis. Pero ha habido uno que me ha llamado especialmente la atención por su oportunidad. Se trata de una breve charla de Tomás Pereda Riaza, exdirector de Recursos Humanos de Unidad Editorial, Hertz, Iberdrola, Leche Pascual o Ikea, entre otras firmas, y actualmente senior advisor. 

Pereda solicita al presidente del Gobierno de España que, igual que han hecho otros países, como Italia, cree un equipo multidisciplinar de personas sénior capacitadas por su experiencia para aportar su conocimiento. Un equipo ajeno por completo a la política. Porque, como él bien apunta, en este momento "necesitamos el mejor talento posible con personas de alta credibilidad y confiabilidad profesional". Personas sénior que ya pasaron por otras muchas situaciones de crisis y que aprendieron a caerse y a levantarse, a volver a caer y a volver a levantarse. Personas que aporten sabiduría, serenidad y autenticidad. Personas, en definitiva, que pueden resultar de una enorme utilidad de cara afrontar el enorme reto al que nos enfrentamos para reconstruir todo lo que el coronavirus ha echado por tierra en apenas unos meses. 

Hace unos días supimos que el presidente de la Xunta ha incorporado a directivos de Inditex y de Reganosa a su equipo de asesores anticrisis. "Queremos contar con los mejores", señaló Núñez Feijóo entonces. Y no me parece mal. Pero no solo los altos cargos de las grandes empresas pueden tener algo que decir o que aportar. En ese comité tiene que haber también una representación de la economía real. De personas que conozcan bien las necesidades –y también las potencialidades- de las pymes y de los autónomos. Solo así se podrán poner encima de la mesa soluciones que resulten eficaces para todos de cara a esa reconstrucción. 

En su alocución Tomás Pereda trae al presente una frase de Mario Benedetti: "Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas nos cambiaron las preguntas". Pues efectivamente, en esas estamos. Por eso quizá este sea el momento de apoyarse en personas que formulen buenas preguntas en lugar de creer que se tienen todas las respuestas.

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