Opinión

Aznar

NADA NUEVO bajo el sol. En el PSOE nunca han podido con él. Les ganaba por la mano, siempre y en todo lugar. Lo han difamado e insultado. Han tratado de mofarse de su aspecto físico y hasta se han metido con la boda de su hija. Pero le tienen un pánico cerval. Ahora dicen que es un golpista por defender la unidad de España ante el chantaje del separatismo en rebeldía. Y lo dice una señora de sonrisa profiden, portavoz del gobierno, que causaría risa si no fuera por la gravísima situación que esta vieja nación está viviendo por culpa de su jefe, Pedro Sánchez. Y es que Aznar es mucho Aznar. Un hombre que nunca se aferró al poder y que cumplió lo que prometió. Se retiró por voluntad propia después de haber gobernado España durante ocho años, dejando las arcas llenas y saneadas, y situando a nuestra nación después de muchos, muchísimos años, en el concierto internacional. Logro sacar a flote un país en la ruina que le dejo Felipe González con tres millones de parados, metido de lleno en la corrupción, con una Seguridad Social en quiebra técnica, con las pensiones de millones de españoles en el aire y con los etarras tomando potes por San Sebastián. Se enfrento al terrorismo de verdad, con medidas serias y la ley en la mano. Medidas que la ETA acuso de inmediato, dejándola maltrecha. Consiguió meter a España en la zona euro cuando nadie lo creía posible, además de lograr el déficit cero y cuadrar las cuentas que nos exigían en Bruselas para ser alguien en Europa. Y lo hizo, ante el asombro de propios y extraños. Creó, y ahí están los números, más de cinco millones de puestos de trabajo en un país que pasó de ser un lugar inseguro y poco recomendable para la inversión a convertirse en un lugar con garantías y de absoluta fiabilidad y seguridad para los capitales extranjeros. Hizo de España una nación respetada en el ámbito internacional, y trato por todos los medios posibles que nuestro país fuera un gran aliado y un socio privilegiado de la primera potencia mundial que son los Estados Unidos de Norteamérica. Algo lógico y natural que cualquiera entiende salvo, claro esta, los de la progresía celtibérica comunistoide que prefieren como aliados a Venezuela, Cuba y Corea del Norte. Y, claro, todo esto en la política española actual, llena de analfabetos, mediocres, cuchipandis y chiripitifláuticos, no se perdona. Por ello desde el Sanchismo vuelven a tratar por todos los medios de menospreciar la figura del expresidente. Un señor serio, con las ideas muy claras y con la firmeza necesaria para enfrentarse a los gravísimos problemas que España tuvo y tiene hoy día, sin apaños, ni componendas, ni dobleces. Un ciudadano que ha luchado por su país todo cuanto ha podido y al que sus enemigos lo único que le han podido reprochar es que su hija se casó – caprichos de juventud – en el Escorial.

Y por eso y por el pánico que le tienen desde el gobierno, le han llamado golpista, utilizando a una señora vacua y más simple que el hidrogeno. La verdad solo es una. Y al final, la historia coloca a cada uno en su sitio. El señor Aznar, digan lo que digan en la tele los de la ONG, Periodistas por el bocadillo, está ya en la Historia de España como uno de sus mejores gobernantes. Pierden el tiempo por mucha manipulación, mucha mentira y mucha sal que quieran echarle encima.

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