Opinión

Un fenómeno

Si, si, un fenómeno este presidente que nos ha caído del cielo en paracaídas por mor de una moción de censura firmada por el socialismo celtibérico junto a los separatistas que quieren acabar con España. El viernes, agarró el micro institucional de la sala de prensa de la Moncloa para soltar el primer mitin de la campaña electoral que se avecina y, además, convocar elecciones muy a su pesar. La culpa es del PP, de Ciudadanos y de Vox, un tridente político conservador al que la señora ministra de Justicia, doña Dolores Delgado, denomina la derecha trifálica. Si, si trifálica dijo, la ilustre jurista. A saber, en que estaría pensando. Las elecciones estaban ya cantadas, cuando le devolvieron los presupuestos a la nevera monclovita, sus propios colegas de la moción de censura. Mala gente, presidente. Una patada presupuestaria que ha sido la guinda del pastel de este desastre para España que han supuesto ocho meses de un gobierno trufado de podemitas y separatistas, aunque para el presidente, hay que decirlo, fueron meses de gloria. Disfrutó de lo lindo viajando a lo largo y ancho de este mundo como hacia el capitán Tan, Valentina y Locomotoro. Y, además, gratis total. Continuó el presidente contestando alguna pregunta y prosiguió el mitin. España es jauja, dijo. Nuestra nación es el sumun de la abundancia y de la prosperidad. Aquí, en España, no hay paro, ni delincuencia, ni pobres, ni emigrantes, ni inflación, ni déficit comercial, ni aumento del gasto público, ni apenas impuestos. Los bancos no cobran intereses; las pensiones son cuantiosas y están perfectamente aseguradas. Los enfermos no esperan en las consultas ni en los quirófanos y se les atiende con prontitud, eficacia, calidad, cariño y cortesía. Y, además, los medicamentos para curar los males del cuerpo y del espíritu son gratis. En la Administración Pública, eficacísima, pasa lo mismo y uno monta cualquier empresa o negocio en un pis plas, sin un papel que cubrir, desde el ordenador de su casa y con un par de gestiones. No existe la brecha digital. En España, todo es armonía, concordia y solidaridad entre las regiones que la integran. Las Comunidades autónomas, han sido un invento magnifico y extraordinario de nuestros constituyentes, que hacen de España una nación más fuerte y más unida. A la vista está. Aquí en la España de Sánchez tiene todo el mundo su vivienda, sin necesidad de pagar hipoteca alguna. Aquí, los jóvenes, nada más terminar su carrera reciben ofertas de trabajo de todo el mundo. Y es que la preparación de nuestra juventud, sobre todo en idiomas, es extraordinaria, junto, claro está, al enorme prestigio de nuestras universidades que copan los primeros puestos del ranking mundial.

Esta España ya no es como antes. Ya no es la España de Rajoy. Aquella España de la corrupción, de los recortes y de la confrontación territorial. Esta de hoy, es otra España. Un país progresista, feliz y dichoso. La España de los nuevos tiempos y la de la solidaridad entre los españoles. Sí señor, España es, al fin, una nación prospera y optimista, y el gobierno que, sabiamente, ha dirigido con firmeza sus destinos durante ocho meses, ocho, es un gobierno plenamente feliz. Lástima lo de Franco. El general, siempre fue un gallego jodido y bastante plasta. Ya decían los moros en la guerra del Rif que tenía "Baraka". Es decir, protección divina. Así que, hay que apretarse los machos.

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