Opinión

Caminos del Camino

Tras dos años alicaído, abatido por la pandemia, el Camino de Santiago, en sus diferentes variantes, recobra vida y pujanza. Lo evidencia el número de peregrinos de todo el mundo llegados a Compostela en lo que va de año, con la cifra récord de 223.000. Mal o bien contados, probablemente son bastantes más que los controlados por la oficialidad. Lo que sí es evidente es que el Xacobeo, bien sea por misticismo o distracción, o por ambas, es uno de los reclamos turístico/religioso que no decae, y eso es muy bueno para Galicia como promoción y negocio, sobre todo hostelero, y más desde que la ruta se diversificó en no se sabe muy bien cuántas opciones. Hasta no hace tanto, decir Camino era sinónimo del Francés, que aún hoy aporta el setenta y cinco por ciento de los que arriban al Obradoiro, pero adquirieron inusitada relevancia los Primitivo, Norte, Inglés, Portugués, Vía de la Plata, Mozárabe, Levante... En una palabra, todos los caminos, por donde quiera que uno vaya, conducen a Santiago, lo mismo que los que llevan a Roma. Ante la avalancha, cabe preguntarse si propagar las rutas es bueno o malo. En general, aunque dañe a alguna, debería ser bueno, pero también se requiere un cuidado extra (señalización, albergues...) difícil de aplicar. Veremos si somos capaces.

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