Opinión

Eran 'matones'

A ALGUNOS ricos que pretenden ser abanderados de los pobres, fingiendo solidaridad y devoción por la precariedad, más pronto que tarde acaba por vérseles el plumero y la evidencia de que la verborrea era instrumento para defensa de sus intereses. No hace tanto, un personaje con tantas aristas como Pablo Iglesias vociferaba: "A los que gobiernan en este país los pies les huelen a franquismo y a muchos policías se les debería caer la cara de vergüenza cuando en lugar de defender a la gente se convierten en matones al servicio de los ricos". Nada más instalarse en la Moncloa paralela de Galapagar, un destacamento de agentes del orden, los matones que él maldecía, velarán, algunos de no muy buena gana, por su seguridad, infrecuente por el derroche de medios humanos y materiales que, en otros casos, se niega, aun necesitándolo. Dicen que el dispositivo costará al erario más de veinticinco mil euros al mes. No es que el país vaya a arruinarse más de lo que está por el dispendio podemita, pero el hecho de que se beneficie quien insultó gravemente a las fuerza de seguridad, exige una reflexión y, cuando menos, una excusa de quienes se aprovechan de lo que tanto odian. No lo harán.

Comentarios