Opinión

¿Sobran?: a casa

El sí del referéndum convocado en Italia, y que aprobó la propuesta de reducir un tercio los políticos que se sientan en sus cámaras, sirvió al profesor y columnista de este periódico Veiga Copo para preguntarse y reflexionar sobre si la pretensión podría o debería trasladarse a España. Es, claro, una vieja aspiración demandada por los ciudadanos y pospuesta por quienes, teniendo la capacidad de impulsarla, no lo hacen en aras de la bicoca. ¿Cuántos cientos de cargos con representación en el Congreso, Senado, parlamentos autonómicos, corporaciones municipales, diputaciones…, son perfectamente prescindibles, sin que se resienta para nada la democracia, pues para eso está la proporcionalidad? ¿Qué más da si son cincuenta o veinticinco a la hora garantizar el funcionamiento de las instituciones? ¿Qué porcentaje de los que, por ejemplo, se sientan en la Cámara Baja hacen otra cosa que no sea calentar el escaño? Y lo mismo puede decirse del exceso de ministros en el actual Gobierno. Reduciendo el número de (tantos) políticos de relleno, además de ahorrarnos una pasta gansa se reduciría la tendencia numérica y viabilidad del cruce de insultos y descalificaciones, que es lo que entretiene a muchos de ellos. Para no dar un palo al agua, mejor a casa.

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