Opinión

Camareros

UNA DE mis leyendas urbanas favoritas es la de los sueldos de los camareros. Todo el mundo te dice que conoce a algún camarero que gana más que un notario. Los camareros de mi entorno deben de tener poquísima suerte porque ninguno se levanta mucho más de los mil euros mensuales. El asunto viene al caso tras saberse que el PP paga a su presidente en Baleares un sobresueldo de 24.000 € al año, (sin retenciones, y a eso hay que sumar a los 55.000€ que percibe como diputado). Cuando se empezó a hablar de sus emolumentos, Miquel Vidal se defendió diciendo que cualquier camarero o mujer de la limpieza gana bastante más de lo que a él le paga el partido. Desde aquí hago un llamamiento a los amigos, familiares y compañeros del señor Vidal para que le hagan saber que una señora de la limpieza que se desloma 10 horas al día haciendo camas, fregando suelos y rascando porquería ajena, rara vez cobra quince mil euros netos. Tampoco un camarero tiene para muchas más alegrías. Veinticuatro mil euros líquidos al año son dos mil euros mensuales. No hay limpiadora a quien se le pague eso.

Hay algo mezquino en el empeño de algunos servidores públicos en hacer creer que ganan poco. En un país donde un investigador de primer nivel no llega a los 2.500 € al mes, donde un profesor gana 1.500, lo mejor que podríamos hacer los políticos es agradecer nuestra buena suerte y estar calladitos. La precariedad salarial es uno de los muchos dramas de la piel de toro, y no alcanza a las Cámaras, a los Ayuntamientos o a las asambleas de las Comunidades Autónomas. Cuando se hace público que tu partido te redondea la paga, no puedes ir diciendo que el plus es una birria. Y, por cierto, habría que saber cuánto ganaría el señor Miquel si no se dedicara a la cosa pública. A lo mejor, de no ser presidente del PP Balear estaba poniendo copas detrás de una barra. Y forrándose, porque ya se sabe que los camareros ganan muchísimo y no trabajan ni la mitad que los políticos.

 

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