LAS PRIMARIAS provinciales del PSdeG que se celebran mañana en Lugo y Pontevedra constituyen el primer test medianamente serio para el nuevo líder socialista, Gonzalo Caballero, que ha llevado su postura de neutralidad en los procesos a tal extremo que, directamente, está desaparecido. Pero lo cierto es que dosificar al máximo las apariciones públicas o, dicho de otro modo, no exponerse demasiado es una estrategia que puede beneficiarle, toda vez que los movimientos de su entorno en la trastienda para colocar a algunos aspirantes no pintan del todo bien, con la excepción, quizás, de Ourense. El político vigués lo sabe y por ello prefiere observar la contienda desde el balcón, como el hombre de aquella novela sesentera del matrimonio sueco Maj Sjöwall y Per Wahlöö, aunque en este caso —esperemos— sin más cadáveres que los de tipo político.
A nadie dentro y fuera del PSdeG se le escapa que el entorno de la nueva dirección ha auspiciado la lista de Patricia Otero en Lugo, la de Rafa Villarino en Ourense o la de Eduardo Reguera en Pontevedra. Excluyo A Coruña porque el esperpéntico proceso con siete precandidatos merece un capítulo propio. Sin embargo, Caballero volvió a defender ayer el "comportamento incuestionablemente limpo" y la "neutralidade exquisita" de su equipo, al tiempo que avaló los pactos entre aspirantes. A él no se le vio al lado de ninguno, de forma que si sus preferiti salen derrotados en las primarias, el fracaso tampoco será atribuible directamente a él. Ventajas de estar en el balcón.
Pero a la imagen de neutralidad construida durante estas semanas por Gonzalo Caballero le salieron ayer algunas grietas. La responsable de ellas fue la expresidenta del Parlamento y persona de peso en la nueva ejecutiva Dolores Villarino, que tras una serie de tópicos como animar a la participación y aprovechar el voto secreto para elegir a los mejores, soltó la perla de que no había que dejarse "avasallar" por los "baróns" surgidos en torno a las diputaciones. Aunque luego matizó que se refería al caso de Pontevedra y no a Valentín González Formoso o Álvaro Santos, lo cierto es que es imposible que ninguno de los dos se sintiesen aludidos. "Fagamos un partido de militantes, non de baróns", abundó la viguesa, que redondeó todavía más su intervención apelando a un partido "de xente honesta e madura" y no a un "pesebre". Palabras poco afortunadas para un partido que aspira a dejar atrás las etiquetas y los bandos.
→ Con las quinielas en contra
En poco más de 24 horas se empezará a diseñar el nuevo escenario del socialismo gallego con el que tendrá que lidiar Gonzalo Caballero de cara a las municipales de 2019. Mañana serán 2.107 militantes lucenses los llamados a elegir entre Álvaro Santos, José María Arias y Patricia Otero. El primero, besteirista, es favorito y solo una alianza sobre la bocina del de Castroverde y la burelesa podría arrebatarle esa condición. De arranque parecía un pacto hecho, ya que al fin y al cabo era trasladar al ámbito lucense el acuerdo autonómico entre Leiceaga y Caballero, pero no se fraguó. E incluso ahora podría llegar ya demasiado tarde.
En Pontevedra están convocados 2.844 afiliados socialistas para elegir entre David Regades, concejal en Vigo y una especie de hombre de paja del alcalde, y Eduardo Reguera, veterano de Redondela en sintonía con la nueva dirección y que, de arranque, no tendría muchas posibilidades. Su única ventaja, en realidad, es que Abel Caballero está en el bando contrario y, hasta ahora, el candidato al que apoya el alcalde de Vigo pierde, como se vio con Elena Espinosa, Méndez Romeu o Díaz Villoslada. Aunque algún día tiene que cambiar su suerte.
Las siguientes citas con las papeletas serán el domingo 17 en A Coruña y Ourense. En el primer territorio y tras el esperpéntico show de los siete precandidatos parece que al final Formoso se medirá a la política compostelana de origen lucense Mercedes Rosón, para la que las quinielas tampoco son del todo optimistas. Al quedar solo dos, automáticamente se descarta una segunda vuelta, por lo que, como ocurre en Pontevedra, será un duelo puro y duro entre besteiristas y caballeristas en el que los primeros tienen todas las de ganar.
En el caso de Ourense, el aspirante de la nueva dirección, Rafa Villarino, sí parte de favorito para derrotar a la diputada Noela Blanco. Eso sí, siempre y cuando se confirme que la llamada tercera vía de Álvaro Vila una sus fuerzas al alcalde de Amoeiro, un pacto que se da por hecho y que se materializaría la próxima semana. Pachi Vázquez, por su parte, parece que asistirá como espectador en la primera vuelta del proceso.
Ayer, los cuatro presentaron los avales requeridos. En concreto, llegaron al tope máximo de 92 —salvo Vila que se quedó en 91—, lo que da buena muestra de la igualdad que puede haber, lo que obligaría a irse a una segunda vuelta entre los dos aspirantes con más apoyos, que serían en todas las quinielas Villarino y Blanco. Y quizás ahí sí sea importante Pachi, ya que dependiendo de a quien preste sus apoyos puede inclinar la balanza hacia uno u otro. Puede que sea el último as en la manga de la carrera política del médico de O Carballiño.
Así que en este contexto, resulta todavía más comprensible que Gonzalo Caballero ni se moje ni se exponga demasiado.
→ ¿Y Besteiro?
Aunque está alejado de los focos, no lo está de la política. El nombre del exsecretario general José Ramón Gómez Besteiro sale a relucir en cada proceso de primarias. Con Villoslada dicen que se implicó personalmente, pero no tanto ahora. "Besteiro sigue querendo controlar o partido desde a sala de espera dos xulgados", ironizó Tellado.
El BNG lleva la AP-9 al TC
EL BLOQUE presentará finalmente el lunes recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) por el veto "antidemocrático" del Congreso a debatir el traspaso de la AP-9 a Galicia. Lo avanzó ayer Ana Pontón, que reiteró el discurso del «desprecio» y del ataque a la dignidad de los gallegos con esta decisión, pese a reconocer que no confía mucho en la decisión del tribunal. De todas formas, aunque la transferencia a la comunidad tiene que ser un objetivo primordial de los políticos gallegos, no garantiza una rebaja de los peajes, que al fin y al cabo tendría que ser ahora mismo lo prioritario. Los precios de la AP-9 a partir de enero serán tan disparatados como inasumibles. Pero Audasa tiene bien amarrado ese asunto gracias, en parte, a la inestimable cooperación en los últimos años de los gobiernos de PP y PSOE.
Ciudadanos se deja ver
CIUDADANOS resucita en Galicia. Tras sus fiascos electorales en una tierra que se le resiste, ahora celebra superar la cifra de 500 militantes, al ganar entre septiembre y noviembre un 10% —13% en Lugo—, un nivel que se podría comparar a la afiliación ‘real’ de partidos con más trayectoria en la política gallega como Anova o CxG. Un ejemplo de que los naranjas vuelven a dar señales de vida en la comunidad fue la visita de ayer del secretario general del grupo en el Congreso, Miguel Ángel Gutiérrez, que junto a la lucense Olga Louzao, actual referencia autonómica, pidieron una comisaría para Pontevedra y otra para Lugo y demandaron en el Parlamento más medios para prevención de incendios. Eso sí, de nada le servirá este lavado de cara si Cs repite errores como el cometido con su esperpéntico diputado Antonio Rodríguez.
Vigo es la aldea gala
EL PPDEG arrancó oficiosamente su campaña para las municipales de 2019 en Vigo a través del número dos del partido, Miguel Tellado, que fiel a su estilo no se cortó ni un pelo a la hora de acusar al alcalde de «matonismo político» por sus nueve años de discurso contra la Xunta. "Ao támdem de Abel Caballero e Carmela Silva só lle faltaba botarlle a culpa a Feijóo de que non chovese... e xa o fixeron!", lamentó. Aunque asegura que "certos discursos simplistas" en política se acaban volviendo contra uno, lo cierto es que en la principal ciudad de Galicia parece que funcionan y muy bien. Él mismo lo comprobó en sus propias carnes cuando días atrás visitó la ciudad y fue abucheado por unos vecinos. Vigo es la aldea gala de los cuentos de ‘Asterix’ en la que el PSdeG resiste el asedio del imperio azul del PPdeG.
