Opinión

Hacer manitas

Las palabras no siempre lo han dicho todo, más bien, hay que fijarse en lo que se calla para conocer lo importante. Estamos en tiempo de conversión y penitencia porque la Cuaresma ha llamado a la puerta y el ayuno lleva a purificarse sin necesidad de pasar por el pescado y el no a la carne, pero hay que caminar el desierto antes de someterse a la vista pública. 

El 5 de abril Galicia tiene su Domingo de Ramos, mira de frente a Feijóo y se pronuncia sobre una forma de gobernar. Su comparecencia la semana pasada en Madrid puso en evidencia lo importante que es hacer manitas en política. Paco Vázquez subió el telón de la purificación, seguramente con permiso del Vaticano. Tan coruñés como socialista, a  Don Paco le hace más que gracia el presidente Feijóo. La pareja fue la muestra del miedo a lo que puede venir. Y no necesitaron palabras. Se dedujo de ellas. Ambos hicieron de centinelas de la ilusión y de soldados que impiden pasarelas al independentismo. Mirándose a los ojos Feijóo-Vázquez se equilibran por ser gallegos y españoles, y comparten la consigna de limitar las derrotas y no los mandatos.

En una lección de trascendencia pusieron en valor que cualquier diferencia ideológica no supera el lema Galicia é moito y no por actualidad, sino desde aquellas primeras elecciones democráticas de 1981. Hablan de galleguismo desmontando el discurso separatista y teniendo en cuenta no ser desiguales.
Paco Vázquez metido en la perspectiva del retiro y la valoración del tiempo no escatimó adjetivos al progreso económico de Feijóo como buen gestor político, sin excesos y socialdemócrata liberal. Dijo: "Lleva en el ADN la revolución de la normalidad". En presentaciones de foros como el que le cuento las magnanimidades están consentidas y el señor de A Coruña dijo del de Ourense: "Ha conseguido que Galicia se vea realizada como nunca en su Historia". Creo que Fraga dio un respingo desde el cementerio de Perbes aunque volvió a su sosiego tras comprobar que su seguidor de mayorías absolutas lo citó dos veces como referente de cohabitar. 

Trascender no está de moda y los procesos de transición tienen mucho de palabras que terminan en -bilidad. Hoy nadie es nada sino se refiere a sostenibilidad, flexibilidad, compatibilidad, visibilidad o movilidad. Son vínculos con la lengua que refuerzan singularidades vigentes, otra cosa es hablar de lo importante. Es tiempo de horóscopo, que sigue teniendo su sitio para el mejor momento personal y para dar cuenta de quién está y quien no en el día a día; en él se busca la energía de los astros que encamine hacia nuevos horizontes personales. Y siempre es importante cuidar el dinero, sin arriesgarse y sin derrochar ya que ello influirá en el estado de ánimo. Son palabras que no dicen, pero sirven a generalidades.

Los chinos saben de sacrificios, una vez más lo han demostrado en este caso en la enfermedad, reducidos en casas y llamados al aburrimiento. No hace falta estrecharse la mano, una ligera inclinación de cabeza dice más que muchas palabras. 

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