Opinión

No necesitamos vacaciones

A LA VISTA de lo que hemos pasado en los últimos dos años podríamos concluir que no necesitamos vacaciones y sí actividad frente al parón dominante en nuestras vidas. En este tiempo de medallas olímpicas la dificultad y la técnica mueven a España con la furia acumulada en estos dos años limitados.

En los juegos de Tokio nuestros representantes lucen el mejor cuerpo de nuestro país mientras un 67% de los ciudadanos cree que Sánchez agotará la legislatura aunque un 57% se manifiesta partidario de elecciones. Algo se mueve y las tensiones salieron en la Conferencia de Presidentes donde se puso de manifiesto que los fondos europeos presionan el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat. Aragonés plantó a Sánchez en Salamanca sabiendo del carácter de debate económico que reinó este martes en la reunión bilateral. Los temas relacionados con la agenda independentista quedan aplazados para la mesa de diálogo de septiembre y la inversión millonaria para el aeropuerto del Prat de Barcelona apaga, de momento, las voces llegadas del antiguo reino de Aragón. La crematística catalana es lo que es desde siempre, la pela es la pela aunque haya que enarbolar la bandera del independentismo. A los defensores de la minoría independentista catalana les toca practicar deporte sin gastar dinero y consumiendo el que aseguran que les roba España. Plan estratégico para hacer ver a un público ingenuo cosas que no existen. Al más puro estilo de Cervantes en El retablo de las maravilla.

Como la pela es la pela muchos no entienden cómo Pere Aragonés se negó a disfrutar del menú servido en el encuentro de presidentes. La reunión marcó el pistoletazo de salida veraniega de los gobernantes españoles; aunque muchos llevaban bronceado de interior o de costa con bandera azul. El contraste del bocadillo de jamón ibérico y un plátano entregado a la prensa que seguía la información no es más que un paripé de sobriedad. Puertas adentro el jamón ibérico se convirtió en jamón de bellota, el queso de oveja llevaba el apellido de Hinojosa de Duero, las croquetas hacían mención a Ciudad Rodrigo, a León y a la morcilla de Burgos con manzana. Ni las bodas de Camacho o cuando Sancho Panza es gobernador de la ínsula Barataria presentan mejor a la gente de pueblo, a los pequeños hidalgos y a personas algo más pudientes. Siguiendo el banquete: roast beef de lomo de ternera morucha con puré de reineta, Pierna de lechazo de Castilla y León deshuesada a la miel y romero con castañas del Bierzo. Para el postre, sacatrapos de la sierra con crema pastelera, fruta fresca y rosquillas de Ledesma cerraron la comida regada por un blanco DO Rueda y un tinto DO Sierra de Salamanca.

Álvaro Cunqueiro confesaba que para comer bien hay que añadirle a la comida una pizca de literatura y fantasía y hacerlo además inteligentemente. A usted le dejo la cita en un momento en que estamos en incrementos históricos de luz y carburantes.