Opinión

El nuevo Tino

TINO FERNÁNDEZ se ha transformado en estos cuatro años. Lo encontré el otro día y recordamos entre carcajadas lo mucho que nos llegamos a odiar. "Hai catro anos, na noite electoral, cando conservei os tres concelleiros, o que máis me alegrou foi que che derrotei a ti". Tiene razón, pues yo me tiré toda la campaña pronosticando un resultado tan catastrófico que el PSOE, según mis cálculos, acabaría debiéndole concelleiros a Pontevedra.

Tino Fernández se reinventó a lo grande desde entonces. Pasó de ser un tío huraño, cuestionado dentro y fuera, con una oposición interna que era como una apisonadora, conviviendo con una herencia pesada de líderes potentes, y de ahí a convertirse en un hombre feliz, afianzado en el liderazgo, sin oponentes, capaz de reírse de sí mismo y de reconocer sus errores del pasado como si los hubiera cometido otro.

Aprendió mucho más. Su estrategia de campaña, por ejemplo, es la que más le conviene: dejarse llevar por la onda que eleva a los socialistas en todo el Estado, no cometer errores que le puedan restar votos y acercarse a los vecinos, pues también ganó mucho en las distancias cortas, algo que antes le costaba. Sus intervenciones en los plenos han ganado en naturalidad, en seguridad y en confianza. Ahora cuando habla lo hace como un líder.

Y aprendió a identificar a sus rivales. "Ese erro xa o cometín. Non vou repetilo", dice cuando le pregunto por los tiempos en los que se enfrentaba a Lores en duelos mortales. "Iso que o faga Luís Rei". Se refiere concretamente a la postura que adoptó para apoyar los últimos presupuestos de Lores, al que consiguió arrancar partidas para avanzar en su programa mientras Marea regalaba su apoyo.

Aspira a subir. Más allá de representar a una marca en auge, cree, y estoy de acuerdo con él, que su reinvención también ayuda. Aquel Tino enfadado que creía que el mundo conspiraba contra él, se transformó poco a poco en un líder amable y risueño, lo que lo convierte en una persona más confiable. Y además adquirió una capacidad de análisis muy certera, y eso le permite hoy afrontar la campaña en mejores condiciones. Todo ayuda a que en estas elecciones sus expectativas le permitan aspirar a los cuatro concejales, lo que supondría la primera subida de su partido en ocho años, y eso no está nada mal siendo Lores su principal adversario y con el que pelea los mismos votos.

Cuando me lo encontré el otro día, me dijo: "O mellor que nos podía pasar sería que Lores sacara un concelleiro menos que o PP", e inmediatamente soltó una risotada que se escuchó desde Correos hasta la Peregrina.

Es el mejor Tino Fernández de toda la vida. Muestra por primera vez soltura, confianza, experiencia y seguridad, algo que en el PSOE de Pontevedra se había perdido desde los tiempos de Tere Casal, y si me apura usted, desde el gran Tito Taboada, el mejor líder socialista que ha tenido Pontevedra desde que Tristán de Montenegro casó a su hijo Lope con una Soutomaior.

Lo que ha logrado Tino Fernández es algo nunca antes visto en la Pontevedra de las últimas dos décadas: aguantar frente a Lores, consolidarse y crecer. Si encuentra usted un precedente, máteme.

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