Opinión

29 segundos...

NUNCA 29 segundos han dado para tanto; y no me refiero a los miles de “memes” que han corrido cómo la pólvora, tras el encuentro frugal entre los presidentes americano y español, sino a cuestiones mucho más serias que acontecieron al finalizar dicha desafortunada situación.

En primer lugar, no se puede anunciar a “bombo y platillo” desde “la guardia pretoriana” de Moncloa una cumbre bilateral “EEUU y España” sin tener todos los cabos atados desde la diplomacia de ambos países. De nuevo, una desmesurada metedura de pata de la ministra de Asuntos Exteriores que, después de haber montado la que montó con Marruecos (y perdonen la expresión tan coloquial); lo que creo, va a suponer en una próxima reforma del gabinete ministerial, su marcha.

En segundo lugar, ese “pírrico” abordaje en un paseo de tránsito, del presidente español al estadounidense; como si el del alumno “pelota” al profesor “hueso” se tratase, ha sido todo un desacierto (no sé quien se lo ha aconsejado, ya que de ser así el cese a ese asesor debería de haber sido fulminante); y con esto me refiero a la delicada posición en la que ha quedado un país como España con una trayectoria histórica como pocos; ya que el trato casi “chulesco” del señor Biden al presidente Sánchez, que nos guste o no y le hubiésemos votado o no como en mi caso, es el presidente de todos; y he de confesar que el momento en que abandona en absoluta soledad la comitiva estadounidense, para mí ha supuesto una situación devastadora, y no sólo para Pedro Sánchez, sino para España entera. De nuevo otro fallo garrafal del equipo que le acompañó a cumbre de la OTAN; ¿Cómo le han dejado solo?

En tercer lugar, el ridículo que le han hecho protagonizar al presidente Sánchez, (de nuevo no sé cual asesor o asesores de comunicación), durante la comparecencia en rueda de prensa tras el “encuentro” con Biden; en donde se tuvo que justificar con unas declaraciones que refería a los temas tratados con el mandatario estadounidense, que no se las creía ni él mismo; es más, yo que sigo la mayoría de sus intervenciones, a través de sus gestos y su voz se le notaba incómodo.

No sé si es cierto el interminable número de asesores que se le atribuyen a este gobierno español, pero con que fuese un par de ellos por ministerio, y un gabinete presidencial competentes, no estaríamos asistiendo a este tipo de situaciones que no dejan el pabellón al nivel que España necesita. Y ya no es porque lo manifieste yo, les remito a las situaciones tan incómodas que nos están dejando al país entero “a la altura del betún”, en no pocas ocasiones y con lo que ello supone.

Soy consciente que, hasta para un gobierno “con una agenda progresista” como al que se refería Pedro Sánchez cuando citaba la conversación en el “paseíllo” con el presidente estadounidense, le cuesta digerir que los pilares que sustentan al gobierno de España son reaccionarios a la unidad del estado, independentistas, nacionalistas radicales, ex-terroristas y comunistas, porque así es por mucho que se quiera disfrazar. Y a los estadounidenses, por muy progresistas que sean …Va a ser qué no les satisface, sino ya me contarán ustedes porque tras 7 meses como presidente de los EEUU ni tan siquiera ha telefoneado al presidente del gobierno de España, habiendo llamado a una multitud de mandatarios de estados, con el debido respeto, casi insignificantes en el panorama internacional. Por no dejar de mentar el “fatídico episodio”, que no perdonan o no olvidan, por la falta de respeto de un socialista como Zapatero a lo que veneran más allá del símbolo de unidad estadounidense como icono por encima de ideologías partidistas y partidarias, su bandera. ¿Acaso no recuerdan ustedes aquel desfile del 12 de octubre de 2003 en el día de nuestra “Fiesta Nacional” cuando EEUU era país invitado, y el jefe de la oposición, entonces, se quedó sentado sin incorporarse ni aplaudir al paso…

España y Estados Unidos están destinados a entenderse, lo qué no estoy tan segura es cómo será posible en esta actual tesitura. Ya no solamente por la situación geoestratégica que tiene nuestro país, sino porque antes que existiesen los Estados Unidos de Norteamérica, y aunque les suene extraño a algunos y empezando por los propios americanos, España entrenzaba los mimbres que han construido el país que hoy es.

No sé si el “superintendente” Iván Redondo le ha hecho llegar a su jefe que 8 estados americanos llevan nombres españoles; como por ejemplo uno de los menos conocidos como tales por su actual denominación y su origen etimológico, Arizona, cuya denominación proviene de colonos vascos: “ARIZONA”, que tiene su raíz en Ariz –Ona (roble bueno en euskera, una de las lenguas “de mis mayores”); pero es que además, 8.500 topónimos en EEUU llevan nombres españoles, como Pontevedra (en dónde yo estuve, invitada por varias instituciones de “al otro lado del mar”, con la Xunta y la Diputación con el objetivo de hacer un hermanamiento, y no por el ayuntamiento de Pontevedra, que declinó la extraordinaria posibilidad). Otra de muchas meteduras de pata del consistorio pontevedrés ante una posibilidad de promoción económica que descartó…Y de eso hace casi 20 años…Y añado que, el castellano (para ellos el español de España), es la segunda lengua entre sus habitantes…

Soy de las personas que presume de ser española y cree firmemente que España, (y reitero mi afirmación), porque no somos cualquier país y nunca lo hemos sido a lo largo de la Historia. Es más, debo poner en valor que en nuestro territorio no se ponía el sol, y eso acontecía muchos años antes de la existencia de Estados Unidos como tal, con esa idea tan llevada y traída por los “padres fundadores”. Señor Biden, España ya estaba construyendo la base de lo que hoy usted presume que es la potencia demócrata mundial. No se le olvide que merecemos un respeto.

Tampoco debemos olvidar nuestra responsabilidad ante la unidad de todos para seguir siendo un país referente, y que organizaremos la próxima “Cumbre de la OTAN” en España en 2022. Y así puedan quedarse en nada, los que hubiesen cronometrado un “encuentro” más o menos, de 29 segundos…

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